La imagen, tomada en Cozvíjar, pertenece a una información publicada por IDEAL el pasado mes de junio. Esta misma semana, otro municipio, Beas de Granada, también ha transformado su cabina en una biblioteca. RAFAEL VÍLCHEZ
Con otros ojos

La llamada

Sábado, 9 de noviembre 2024

La lectura es un sistema de comunicación e introspección. Y los libros impresos, los dispositivos más sencillos y sofisticados que se le haya ocurrido inventar a nuestra especie. Compactos. Reciclables. Inalámbricos. De alta definición verbal y duración casi eterna. Compatibles con toda clase de sensibilidades. ... Sin consumo energético una vez fabricados. Tan esenciales y misteriosos como un árbol: por eso mismo provienen de él. Ambos tienen raíces mucho más largas de lo que parece.

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Cada libro contiene herramientas de cercanía. Un juego de puertas entre vecinos que aún no saben que lo son. Una llamada espacio-temporal. De corta o larga distancia, local o internacional, esa llamada nos conecta de inmediato con otras mentes, otros mundos, otras épocas. Trae su traducción incorporada. Y lo más asombroso de todo: siempre hay alguien que nos atiende al otro lado del texto.

Igual que una cabina telefónica, una página es un marco poblado de palabras pretéritas y futuras, frecuentado por manos que buscan voces. Disponible las veinticuatro horas del día, a sol y a sombra, para que el mecanismo funcione sólo se necesita un oído atento. Ganas de conversar. No por casualidad, mi libro de cuentos preferido de Roberto Bolaño se titula 'Llamadas telefónicas'.

Tendiendo un hilo entre el siglo pasado y el actual, dos pueblos granadinos —Cozvíjar y Beas de Granada— han convertido sus teléfonos públicos en microbibliotecas gratuitas. Así se transforma lo obsoleto en vigente, lo que sobraba en lo que nos falta. Ahora esas cabinas vuelven a prestar su servicio incondicional: una red colectiva de lenguaje. Ojalá cunda el ejemplo. Tomar uno, dejar otro. Ofrecer lo mío y aceptar lo tuyo.

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Salgo de casa. Levanto la vista y miro a mi alrededor. Sé que necesito algo, pero no sé qué es. A veces el camino es cuesta arriba. Avanzo un poco, me pierdo. Entonces encuentro lo que buscaba. O quizás encuentro porque busco, descubro porque leo. Me asomo. Entro. Y abro un libro como quien abre los brazos. Hola, ¿quién es? Me alegro de escucharte.

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