El ansia de compras noquea al miedo en la reapertura de los centros comerciales de Granada

El Nevada Shopping abría ayer con un refuerzo medida de higienie y seguridad y el 92% de sus 180 negocios de restauración, servicios y tiendas, aunque los fans de la cadena Primark, que esperaban desde incluso antes de que abrieran las puertas el centro, se llevaron una decepción al encontrarse aún la persiana echada. Tendrán que esperar hasta mañana miércoles.

Tampoco ha vuelto HyM por el momento y hay alguna ausencia en restauración, pero el resto de los grandes marcas funcionaron con normalidad y gran demanda. A las nueve de la mañana ya había gente esperando en la puerta de Leroy Merlín y pasadas las once el aparcamiento de la superficie ya estaba completo. «Yo tenía mono de volver al Nevada. Hasta le he hecho una vídeollamada a mi marido para que viera donde estaba», contaba entre risas Tamara Castillo, de Peligros, que aprovechó la mañana para comprarle ropa deportiva al niño. «Están los chándals muy baratos ahora que cambian la temporada y tenía muchas ganas ya de volver a la normalidad», justificaba.

En la tienda de deportes JD, una de las más exitosas del Nevada, confirmaban que la mañana del retorno fue fuerte de ventas. «Vamos muy bien, la gente estaba deseando volver», señalaba Javier Fuentes, uno de los encargados de la JD que ayer controlaba con un contador digital que se cumpliera el aforo y recordaba a los clientes el uso obligatorio de guantes y gel desinfectante de manos antes de entrar. Además los probadores permanecían por el momento cerrados en esta y otras muchas tiendas del centro comercial.

El entusiasmo general se convirtió en furor, más propio de rebajas que de desecalada, en tiendas como Lefties, que incluso registró colas a la entrada y para pagar. «Ya esperábamos que la reapertura fuera así de fuerte porque en San Antón las ventas estas dos semanas anteriores han sido un éxito y también nuestros establecimientos de otras provincias que llegaron antes a la fase 2. Hay muchas ganas», señalaba también Patricia García, responsable de tienda.

«Yo es que necesitaba comprar cosas para el bebé de mi hermana». «Y yo devolver un vestido de mi sobrina». Laura Prieto y Luisa Ruiz, amigas de Zujaira, justificaban así su visita al Nevada, en su caso no con miedo pero sí respeto. «Vámonos ya antes de que llegue más gente, anda... cuando nos vean en el periódico van a decir en el pueblo que nos ha faltado tiempo para venir al Nevada», se despedían entre risas.

También los establecimientos de ropa infantil se llevaron la palma de la afluencia de la jornada. «Estamos teniendo un día muy fuerte, gente que tenía encargados carros encargados o necesitaba ropa para el bebé, se ve que hay confianza», señalaba con una sonrisa Rosa Mari Molina encargada de la tienda de Puericultura Chicco. Entre ellos José Miguel Navarro y Encarnación López, de Armilla, que estaban comprándole por fin ropita a su pequeña Carmen, que nació el 15 de marzo, con el país patas arriba.

La amplitud de espacios permitió guardar distancias y los vigilantes estuvieron muy pendientes durante toda la jornada de que se cumplieran las normas de seguridad. En el Nevada Shopping se ha doblado el número de vigilantes y las limpiezas de baños y zonas comunes también fueron continuas.

También en el Serrallo Plaza se ha reforzado la limpieza y ayer vivieron una jornada «de mucha alegría». «No solo ha sido una buena jornada de afluencia sino también de compras. Se ve el centro muy vivo, antes mucha de la gente venía a pasear o como ocio pero ahora vienen a comprar», apuntaba Macarena Gutiérrez, del Serrallo Plaza.