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El artista granadino ha fallecido a los 34 años de edad. Instagram
Antonio, el artista de la eterna sonrisa al que Granada despide entre lágrimas

Antonio, el artista de la eterna sonrisa al que Granada despide entre lágrimas

Los familiares del joven, fallecido este martes a causa del cáncer, lo describen como «un chico soñador» que nunca perdió la esperanza

Laura Velasco

Granada

Miércoles, 13 de julio 2022, 12:08

A Antonio Ibáñez nadie lo veía enfadado. Daba igual lo que pasara en su interior, él siempre mostraba la mejor de sus sonrisas. Esa luz que tanto le caracterizaba le acompañó hasta el final. Falleció en la madrugada de este martes, 12 de julio, un año y pocos meses después del maldito diagnóstico que le cambió la vida. Un linfoma no Hodgkin que se lo ha llevado demasiado pronto, a los 34 años, dejando devastados a todos los que lo conocían.

El joven fue trasladado desde Madrid, ciudad en la que residía, hasta Granada, la tierra en la que nació y que tanto amaba. En el tanatorio del cementerio de San José, donde lo velaban hasta este miércoles a las 13:00 horas, la tristeza era inmensa. Decenas de conocidos han enviado flores y tarjetas en su honor, un pequeño gesto para recordar a una gran persona. Además de su «alma pura», Antonio contaba con una impecable trayectoria profesional. Trabajaba como actor y había participado en 'Aída' , 'La Que Se Avecina' o 'El Ministerio del Tiempo'. Además, estrenó recientemente un cortometraje, 'Supermen', dedicado «a todas las personas que han luchado y luchan contra el cáncer». También pintaba exquisitas obras, era modelo y hasta se le daba bien bailar -participó en el programa de RTVE 'The dancer'-.

Un chico soñador

Su entorno habla maravillas de él. En un día tan difícil, su prima María saca fuerzas de donde no las hay para describirlo. «Me llevo su imagen de chico soñador, con ganas de vivir, luchando por lo que quería. Una gran persona y un gran artista, siempre con una sonrisa, nunca enfadado», cuenta emocionada a IDEAL. Antonio celebró el final de la quimioterapia el pasado mes de octubre. Disfrutó de unos meses de tregua con la felicidad que merecía. Y volvió la enfermedad. Pasó por distintos tratamientos y hace un par de semanas se sometió a un trasplante de médula, pero nada evitó el fatal desenlace. Sin embargo, Antonio siempre confió en la curación. «Por muy malo que estuviera, él siempre nos daba ánimos», manifiesta su prima María.

Su tía Carmen trata de encontrar las palabras adecuadas para definir a su sobrino. «Era un ser maravilloso, transmitía una luz, una paz… Podías hablar con él de todo, era bello por dentro y por fuera. Cuántas ganas tenía de vivir», explica a duras penas Carmen, que asegura que el joven «adoraba» a su familia. Ha sido un año muy difícil para todos. Nunca pensaron que acabaría así. «Era un luchador, no se quería ir. Le quedaban muchas cosas bonitas», añade su tía entre lágrimas. En el tanatorio se arropan unos a otros, pero nada frena el desconsuelo. Los padres de Antonio, su pareja, el resto de familiares y amigos… Nadie le encuentra explicación a la tragedia. Solo les reconforta saber que han sido afortunados por tenerle en sus vidas durante 34 años, un periodo lleno de grandes momentos. Porque Antonio siempre será el chico de la eterna sonrisa que desprendía arte por los cuatro costados. Descanse en paz.

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