27 usuarios del Asprogrades fabrican artesanalmente los productos con material reciclado. IDEAL

Los árboles de Navidad solidarios 'made in Granada' que triunfan en toda España

27 usuarios del Asprogrades fabrican artesanalmente los productos con material reciclado y los beneficios obtenidos se destinan a mejorar su calidad de vida

Laura Velasco

Granada

Sábado, 19 de diciembre 2020

Cuando llega septiembre ellos ya están preguntando por la Navidad, pero no por las fiestas, las cenas o los regalos. El motivo de su ilusión reside en que pueden volver a fabricar los árboles de madera solidarios que tan felices les hace. Son los usuarios del Centro de día ocupacional Ecoparque, de Asprogrades, y tras sufrir unos meses muy duros de pandemia vuelven a sonreír en el taller ocupacional para personas con discapacidad.

Publicidad

El centro está ubicado en la planta de reciclaje de Granada. No es casualidad: todos los materiales que utilizan en la fabricación de árboles de Navidad -iniciativa que acaba de cumplir cinco años- son sostenibles. «Le damos una segunda vida a los materiales que se depositan, potenciamos la economía circular para transformar esos recursos en algo provechoso. Los usuarios se forman de cara al empleo adquiriendo sus primeras experiencias. Es un proceso muy artesanal y lo hacen ellos, personas con diversidad funcional», explica Verónica Contreras, directora del Centro de día ocupacional Ecoparque, de Asprogrades Granada.

Los chicos realizan todo el proceso: seleccionar las maderas, lijar, cortar con la máquina, diseñarlos, traspasar los mensajes… En una mañana los 27 usuarios pueden realizar unos seis o siete árboles. «Empezamos en septiembre porque tenemos que respetar sus tiempos, ahora hay mucha demanda, pero los compradores tienen que entender que este es un centro pequeñito. Estamos teniendo mucho éxito, ya hemos cumplido los objetivos de la campaña y hemos superado al año pasado, cuando vendimos 300. La gente es muy solidaria y tiene ganas de contribuir», explica.

La edad de los usuarios varía entre los 21 y los 65 años. Algunos tienen autismo, otros Asperger y otros síndrome de Down, por ejemplo, una diversidad que hace que participen en el proceso en la medida de sus posibilidades. «Es un trabajo en cadena y cada uno realiza la tarea que le resulta más cómoda», manifiesta la directora del centro.

Y es que, según explica Verónica Contreras, esta actividad les ayuda en todos los niveles. Para empezar, se sienten «muy útiles, les sube la autoestima», y por otro lado tiene «beneficios terapéuticos tremendos». «Aprenden el oficio y se sienten dichosos de que la gente se interese por lo que hacen», añade. Los árboles los venden a toda España y los precios son 19 euros el pequeño y 39 euros el grande. El beneficio obtenido se invierte en los miembros de la asociación en forma de sesiones de fisioterapia, logopeda, etc.

Publicidad

La residencia, duramente golpeada

La pandemia ha golpeado al colectivo con dureza. En la residencia de adultos de Asprogrades de Granada fallecieron tres personas por Covid-19 durante la primera ola, y ahora está blindada para evitar contagios. Los talleres ocupacionales se restablecieron a los meses gracias a la presión familiar, ya que las secuelas que provocó el confinamiento en los usuarios fue notable. «Muchos han venido con un gran retroceso y la fisioterapia se ha vuelto obligatoria. Los que sufrieron la Covid están más cansados y a nivel emocional fue duro para ellos perder estas actividades, que son parte de su vida», explica Verónica Contreras. Al principio les costó familiarizarse con las mascarillas, pero a día de hoy «lo tienen interiorizado y nos dan una lección». La lección, en realidad, nos la dan en todos los sentidos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad