Memoria democrática en Granada
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Memoria democrática en Granada
Barranco de Víznar, el olor del dolorDice el arqueólogo al frente de las exhumaciones en el Barranco de Víznar, Francisco Carrión, que una de las cosas que más le conmueven cuando descubren una fosa llena de cadáveres es el olor. «No huele mal –precisa–, huele a dolor». Y es que no hay más que pasar unas horas con el equipo multidisciplinar de la Universidad de Granada en el Barranco y observar los cráneos de las doscientas personas que fueron asesinadas ahí entre septiembre y noviembre de 1936, en plena Guerra Civil, para observar los rostros del terror. Al lado de ellos, muchas veces, los casquillos de nueve milímetros de los fusiles Mauser con los que los sublevados daban el tiro de gracia a sus víctimas.
Por eso, por el enorme significado que tiene Víznar en el mapa de lugares relacionados con la memoria democrática, la visita de hoy del ministro Ángel Víctor Torres Pérez, la fiscal de Derechos Humanos Dolores Delgado y la fiscal superior de Andalucía Ana Tárrago también tuvo un enorme significado. La UGR aborda desde mediados de diciembre la cuarta campaña en el Barranco de Víznar. ¿El objetivo? Según Francisco Carrión, trabajar en dos fosales donde yacen en torno a cincuenta cuerpos. En el caso de que se encuentren estos cincuenta –el año pasado fueron cuarenta y cinco– estaríamos ya muy cerca de esa cifra de doscientos que, según los datos desvelados en su día por el periodista Eduardo Molina Fajardo y otras investigaciones, fueron ajusticiados impunemente en esos tres meses en el Barranco –se estima que entre Víznar y Alfacar hay trescientos–.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres Pérez, ha declarado este martes que los presupuestos del Ministerio garantizan los recursos para que siga trabajando en Víznar y otros lugares de España. Y ha agregado que el Gobierno perseverará en explicarle a las comunidades autónomas reticentes que están en un error. Torres Pérez ha subrayado el avance que supone la Ley de Memoria Democrática de 2022, aunque ha reconocido que aún queda camino para completar su desarrollo normativo. «Siempre que se hallan restos –ha aseverado– se pone sobre la mesa la barbarie que se cometió». «Por eso su recuperación es un gesto de restitución de la vedad, la justicia y la reparación».
La vicerrectora de Extensión Universitaria, Marga Sánchez, ha recalcado el compromiso de la UGR en mantener la memoria de los que les precedieron en el conocimiento. «Y la mejor forma de hacerlo es reivindicar el saber», afirmó, en referencia al proyecto que abandera la institución en Víznar.
Francisco Carrión ha explicado, por su parte, que en estos cuatro años se han realizado diecisiete excavaciones, a las que habrá que sumar las dos de este 2024 más posiblemente una tercera ya sondeada. «Si alcanzamos la cifra de 2023, con 45 localizaciones, será todo un éxito», ha asegurado Carrión, quien en principio ha descartado que entre ellos esté Federico García Lorca. «Tenemos perfectamente documentadas las fechas gracias a la información que le facilitó el capitán Nestares a Molina Fajardo, y aquí se hallan los asesinados entre septiembre y mediados de noviembre de 1936». A Lorca lo mataron a mediados de agosto. ¿Dónde están sus restos? Se trata de una de las grandes incógnitas por despejar. En principio, en un lugar indeterminado entre Víznar y Alfacar.
Desde 2021 hasta la fecha se han recuperado los esqueletos de 114 hombres y mujeres en el Barranco de Víznar, de los que 49 están en un proceso avanzado de identificación –tanto es así que este mismo mes de marzo podría haber novedades–. «La obtención de los resultados genéticos, con una fiabilidad del noventa por ciento, es lenta porque en el laboratorio de la UGR no solo se procesa lo que se obtiene en el Barranco de Víznar, sino también de otros punto de Andalucía y Extremadura», ha aclarado Carrión.
Hay otros problemas añadidos. De esas 200 almas que moran en el Barranco de Víznar, tan solo hay muestras de cuarenta familiares vivos, con el condicionante que supone, además, que muchos sean de segunda generación (nietos) o tercera (bisnietos), por lo que las secuencias de ADN no son tan fidedignas.
En el Barranco de Víznar están trabajando una decena de profesionales de la Universidad de Granada entre arqueólogos, historiadores, sociólogos, antropólogos, forenses y geofísicos. A todos ellos hay que sumar el personal del Departamento de Antropología Física que dirige Inmaculada Alemán, la Asociación Granadina de Memoria Histórica y el laboratorio de José Antonio Lorente.
Francisco Carrión ha señalado que los desentierros en el Barranco de Víznar «permiten escribir las páginas de un libro no estudiado durante ochenta y siete años». «Trabajamos a pocos centímetros de los cadáveres, que te hablan por sí solos del espanto que pasaron en los últimos momentos de sus vidas», ha reflexionado. «Nosotros siempre abordamos la tarea desde un enfoque científico, pero es imposible sustraerse de tanto sufrimiento».
Familiares de asesinados en el Barranco de Víznar han estado esta tarde en el acto del ministro Ángel Víctor Torres. Es el caso de Agustín, nieto de Clemente Linares, maestro de Casanueva. «Ayer estuve hablando con mi madre, Luzdivina Viloria, de 94 años, y me pidió su deseo de que haga justicia», le ha dicho al responsable del Gobierno.
También ha solicitado que se garanticen los fondos para que no se paren las exhumaciones más allá de los colores políticos, y ha reclamado seguridad en fosas como las de Víznar para evitar profanaciones.
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