Narcos en Granada

El chalet de la droga de Cájar: marihuana, un arsenal y una prófuga de 63 años

El municipio de Cájar es el tercero con más renta per cápita de la provincia. Sus habitantes tienen unos ingresos anuales de rondan los 30.000 euros. Pero en un pueblo en el que predominan los chalés, con uno de los IBI más caros, la Guardia Civil también encuentra droga. No es un problema centrado solo en la zona Norte de Granada.

La Guardia Civil ha descubierto miles de plantas de marihuana, un arsenal y a una prófuga en una casa de esta parte del Área Metropolitana. Una ubicación residencial en la que hay un buen nivel de vida y nadie se va a esperar una operación como la que se ha desarrollado. En total se han incautado 1479 plantas de cannabis sativa en distintos estados de floración, así como de cinco armas simuladas, entre las que había un fusil, y dos granadas de humo.

Cuatro personas de un mismo clan familiar han sido detenidas y acusadas de un delito de cultivo y elaboración de droga, además de defraudación de electricidad. Uno de los arrestado, una mujer de 63 años de edad, estaba en requisitoria por el Juzgado de lo Penal número uno de Granada para que ingresara en prisión a cumplir condena por un delito de tráfico de drogas.

La forma en la que estos supuestos traficantes de droga cayeron arrestados fue la normal en estos casos: el elevado consumo de luz los delató. La Guardia Civil de Maracena descubrió con la ayuda de los técnicos de la compañía eléctrica Endesa que existía un enganche fraudulento a la red pública en una vivienda de Cájar. Blanco y en botella.

Producción constante de marihuana

La Guardia Civil solicitó autorización judicial para registrar dicha vivienda y el Juzgado de Instrucción número cuatro de Granada autorizó el registro. Los agentes descubrieron que el domicilio estaba habilitado como un centro de producción de marihuana; que había 1200 plantas de cannabis sativa de pequeño tamaño, 9 plantas madre y 270 plantas en avanzado estado de floración. Una estructura de cultivo que permitía a los detenidos mantener una producción sostenida de marihuana a lo largo de todo el año.

Además de las plantas, Guardia Civil descubrió cinco armas simuladas, entre ellas un rifle, y dos granadas de humo, que suelen ser utilizadas por los narcos como medida de prevención si entra alguien a robar para causar confusión y desorientación.

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