Detenido en Granada

El policía local de Granada detenido por presunta relación con el yihadismo empezó a aprender árabe

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Carlos Morán

El arrestado lleva tres décadas como agente del orden en la capital. Sigue en activo y, en los últimos tiempos, se encargaba de controlar el acceso a las dependencias de la Huerta del Rasillo, según ha podido saber este periódico. Pero no es raro que haga otros servicios, como este pasado Martes Santo, que estuvo en labores de control de tráfico durante el horario en el que estaban previstos las procesiones. Ayer se encontraba de descanso en su domicilio.

El agente vivía solo en su casa de La Zubia, un piso en un bloque de catorce viviendas. Allí lo encontraron los agentes de la Guardia Civil. Registraron su piso y luego lo condujeron a la Huerta del Rasillo a inspeccionar su taquilla.

Fuentes de su entorno explican que en los últimos tiempos se había descuidado un poco. Aparecía en su puesto de trabajo con aspecto desaliñado y en más de una ocasión sus jefes le habían reprendido y enviado de vuelta a su casa para asearse.

Explican algunos compañeros, con los que pudo hablar esta redacción, que era introvertido y tenía poca relación con el resto de agentes. Algunos de ellos mostraron su sorpresa por el hecho de que pudiera estar cercano al rama más radical. Sí había expresado en ocasiones que le gustaría comprar un terreno y marcharse a vivir a Marruecos.

Su comportamiento y su perfil de aislamiento lo convertían en un candidato idóneo para ser 'captado' por redes yihadistas, señalan a posteriori otras fuentes cercanas al agente, aunque en el cuerpo no había levantado sospechas.