El alcalde de Láchar, Pedro Sánchez, valora ampliar la denuncia por la que se investiga a la portavoz de IU, Mari Nieves López, por un presunto delito de revelación de secretos a los otros tres concejales del partido. Desde el PSOE aseguran que no entienden cómo el resto de ediles «no le pararon los pies» a la exregidora ni la advirtieron de las consecuencias legales de la difusión de las grabaciones. Ella mismo admitió en una entrevista a este periódico y, posteriormente, ante efectivos de la Guardia Civil que los había enviado a los grupos de WhatsApp del pueblo porque el «interés general debía prevalecer a la intimidad particular de una persona por mucho alcalde que fuera». «Deben hacer un ejercicio de responsabilidad política ante una acción que cada vez está más clara», señaló el primer edil de la localidad. Añadió que resulta «impensable» que los compañeros de filas amparen y respalden esta conducta « sin perjuicio de la posible implicación de estos ediles u otros miembros de IU en la posible comisión de igual ilícito penal».
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Pedro Sánchez también exigió en el día de ayer la «dimisión inmediata» de la líder de IU en el municipio tras haber sido citada a declarar como investigada por un presunto delito de revelación de secretos por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Santa Fe.
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Las diligencias, a las que tuvo acceso este periódico, sitúan a López en la oficina de Correos de Láchar el día de antes de la supuesta llegada por correo ordinario de las grabaciones a ella y otros cuatro vecinos más de la localidad. Las pesquisas muestran que López pidió en hasta dos ocasiones que se le devolviese su móvil tras haberlo entregado «voluntariamente» y que, al no conseguirlo, denunció a los agentes que se lo habían requisado.
Pedro Sánchez denunció tras la difusión de los audios un «espionaje» que declaró estar sufriendo desde hacía meses. «Grabaron las conversaciones de los miembros del equipo de gobierno, los funcionarios y los vecinos en el despacho de la alcaldía», reiteró el todavía regidor de Láchar. El primer edil añadió que sus sospechas iniciales se confirmaron y que «todo fue fruto de una obra macabra con intencionalidad política clara para alcanzar por vías ilícitas lo que no se logró en las urnas». Pedro Sánchez también instó al resto de concejales de IU que le pidan el acta, «dejen de anteponer sus intereses personales a los generales y pongan freno a una situación que no beneficia a la ciudadanía». Ante la advertencia de moción de censura que IU lanzó tres días después del escándalo de los audios, Sánchez pidió al PP que actúe con «responsabilidad» y «se desmarque con «contundencia y sin medias tintas del juego sucio de IU». «Si no lo hacen estarán amparando unas prácticas mafiosas de una responsable pública municipal que no tienen cabida en la vida política y que jurídicamente, de confirmarse el delito penal, podría tener graves consecuencias, incluso prisión», sentenció el líder del PSOE en Láchar.
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