Pueblos de Granada

Quejas en Churriana por las obras de las canalizaciones residuales: «No puedo guardar el coche»

El barrio churrianero de la Avenida Cristóbal Colón parece un laberinto. Desde la rotonda del Camino del Baño, la circulación transcurre por viales situados a la espalda de la calle principal que parecen estrecharse más y más conforme se avanza. Las señales verticales prohíben el paso del tráfico rodado hacia el cementerio municipal, así como su salida a la avenida. Únicamente se permite progresar por calles residenciales como Guadiana, Tajo o Uruguay hasta tomar la rotonda del Cubo, la única salida para abandonar esta ratonera y marchar hacia Granada desde que comenzaron las obras hace unas semanas.

«La zona se sobresatura de coches por las mañanas. Sobre todo coincide con la hora de entrada al trabajo y a los colegios. Se producen atascos y el resto de conductores hasta nos ponen pegas para entrar o salir de la cochera. A pesar de las obras y los desvíos vivimos aquí y deberíamos tener preferencia para circular», explica Georgina Pizarro a IDEAL. Esta vecina que reside desde hace ocho años en la calle Guadiana admite que ya ha sufrido varios encontronazos con otros usuarios a la hora de aparcar. «Les pides explicaciones y te chillan o te faltan el respeto. Necesitamos que el Ayuntamiento difunda otras vías alternativas por las que moverse para evitar estas retenciones», propone.

Por calles como esta transcurre todo el tráfico rodado que trata de entrar o salir de Churriana. También los vehículos pesados que se hallan de paso o la maquinaria que acude a trabajar a las obras de las canalizaciones residuales y pluviales de la Avenida Cristóbal Colón. Es habitual presenciar a lo largo de la mañana cómo varios camiones u otros transportes de grandes dimensiones maniobran para sortear los coches estacionados y doblar esquinas sin colisionar en mitad del atolladero. «Es mucho peso para el firme, lo que puede provocar destrozos en la vía. Además es peligroso, porque son calles por las que transitan niños. La Policía debería asegurar la zona», comenta Juan Pedro Martínez, vecino que recorre la avenida en su paseo matutino.

Catalán de origen, Juan Pedro lleva una década residiendo en la Avenida Cristóbal Colón. Se queja de que los vehículos atraviesan el tramo cortado por obras desviándose por un carril de tráfico colindante que está limitado expresamente a vecinos. «Evitan las calles de atrás y dificultan el tránsito. Encima no respetan el límite de velocidad de veinte kilómetros hora. Se lo hemos comunicado a la Policía, pero dicen que no pueden hacer nada. No comprueban si el conductor es residente o no», justifica. Por último, este vecino no entiende por qué las obras se han ejecutado en los dos viales a la vez. «Podrían haber uno libre para facilitar el tránsito», razona.

El vehículo privado no ha sido el único damnificado como consecuencia de los trabajos de los colectores en Churriana. Los usuarios del transporte público también han señalado a este diario los perjuicios ocasionados a la hora de tomar el interurbano que conecta el municipio con Cúllar Vega, Armilla o la capital. «Vivo por el centro del pueblo y las obras no me afectan como tal, pero sí que es verdad que han obligado a modificar el recorrido del autobús. En lugar de recorrer la Avenida Cristóbal Colón, ahora tuerce hacia la carretera provincial. Esto provoca demoras en la llegada a Granada», comenta Berta Soto, vecina próxima a la calle Real.

Las marquesinas de la avenida han quedado inutilizadas mientras se llevan a cabo las obras, cuya finalización se espera para mayo de 2024. El 153 interurbano procede de Cúllar Vega o Híjar por La Gloria y, en lugar de girar hacia la vía donde se están sucediendo los trabajos, prosigue por la rotonda de la bandera de España y el restaurante El Barco, en la GR-3303. Un itinerario que obliga a los vecinos a desplazarse hasta el centro de Churriana para coger otras líneas del transporte público en la calle San Ramón. Un paseo de quince minutos a pie que aumenta la duración del desplazamiento.

«Lamentamos las molestias ocasionadas, pero los colectores son una obra necesaria y obligada que tenemos que llevar a cabo. Son la única forma de dirigir las aguas pluviales y residuales de nuestro pueblo hasta la depuradora de Los Vados para que no se viertan en la Vega», justifica el alcalde de Churriana, Antonio Narváez, a IDEAL. Los trabajos cuentan con un presupuesto superior a los 16 millones y medio de euros concedidos por la Junta de Andalucía. Está previsto que se acometan en dos tramos.

«El primero abarca hasta el cementerio municipal, que es el que ya se está realizando. Cuenta con una duración de cuatro meses. Será entonces cuando den comienzo los trabajos en el último tramo hacia el final de la avenida. Serán otros cuatro meses, aunque hemos propuesto a la empresa adjudicataria de la obra que los inicie cuanto antes. Así se podrían reducir los plazos al próximo febrero y acabar con estos problemas de tráfico», anuncia el regidor.

El consistorio churrianero confirma que está previsto reabrir la circulación hasta el cementerio de la Avenida Cristóbal Colón una vez concluyan los trabajos. Con respecto al comienzo con el segundo tramo, se cortará el acceso a Churriana desde la rotonda de la bandera de España para evitar atascos y el colapso del tráfico en la entrada a la localidad.