Vecinos del atrincherado en Las Gabias: «Si lo dejan en libertad, va a volver peor»

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Pablo es uno de los inquilinos del bloque en el que ayer se vivió una auténtica pesadilla. Denuncia la «incertidumbre» que sienten al pensar «que en unos días esté de vuelta». «Hasta que no nos digan que está en prisión no respiraremos tranquilos, porque sabemos que si regresa va a venir peor, él ha avisado ya. ¿Qué tiene que pasar para que se le encierre en prisión, un asesinato? Pensamos que lo de ayer sería una victoria, pero conociendo la justicia no sabemos», cuestiona Pablo, que tiene una hija de seis años. «Con la de bombonas de butano que guardaba teníamos miedo de que hiciera estallar esto y nos quedáramos sin vivienda», agrega.

Leticia es otra de las afectadas. Aún recuerda cuándo se cruzó con él hace unas semanas y le contó que era «un agente de la CIA alemana y que a final de febrero le darían un arma y se liaría a tiros con hombres, mujeres, niños y niñas». «Decía que el bloque era suyo porque lo iba a heredar el 1 de marzo y nos iba a echar a todos por las buenas o por las malas. Se paseaba con un cuchillo y nos atemorizaba cruzárnoslo, por eso pusimos cámaras», recuerda. Leticia siente este viernes «inquietud y desasosiego», al no saber qué ocurrirá con este vecino. «Por desgracia, esto no ha terminado, acaba de empezar. Tenemos miedo de que ocurra como la otra vez que lo detuvieron, que volvió a las horas», lamenta Leticia, que tiene un hijo de cuatro años, también atemorizado. «Cuando lo ve me dice: mamá, mira, el hombre malo», admite.

En el caso de Melanie, denunció a este vecino por acoso y está intentando conseguir una orden de alejamiento. «Mi abogado de oficio me ha advertido de que no puedo cantar victoria. Si declaran que tiene una enfermedad mental volverá aquí: ¿quién le va a obligar a tomarse la medicación?», pregunta preocupada. Ella no ha podido dormir en toda la noche, pese a que estaba exhausta por lo vivido ayer. «Pensar en que vuelve no me deja respirar. En absoluto estoy más tranquila», asegura.

Se da la circunstancia de que a Melanie la avisaron del atrincheramiento cuando estaba trabajando. Al llegar, no pudo sacar a su perro y su gato, así que el agobio fue aún mayor. «Estuvieron solos doce horas y yo muy asustada por si les pasaba algo», cuenta. Además, explica a IDEAL que se ha puesto en contacto con ella una amiga de la infancia de este señor, que al parecer residió en Francia durante un tiempo. «Me dijo que allí saben que es peligroso y que todo su entorno lo tiene bloqueado de las redes sociales», detalla.