Vehículos de prácticas de autoescuelas granadinas. Ramón L. Pérez

Las autoescuelas piden examinadores ante un atasco crónico que se agravará en Navidad

La DGT alega que los tres funcionarios que se han incorporado para reforzar el servicio han permitido superar ya el número de pruebas realizadas el pasado año

Martes, 10 de diciembre 2024, 23:44

El problema viene de lejos, hasta el punto de que la noticia es esa: el preocupante nivel al que se ha cronificado. La falta de examinadores y funcionarios de la Dirección General de Tráfico en Granada mantiene un tapón de entre 6.000 y 7. ... 000 alumnos pendientes de examen para sacarse el carné de conducir –en función de la época del año– y una media de cuatro meses para conseguir fecha para el examen práctico. La Asociación Provincial de Autoescuelas de Granada (APAG) ha denunciado lo que considera un caso flagrante de empresas «asfixiadas por el mal funcionamiento y la falta de medios personales de la administración» y ha pedido un plan de choque, con refuerzo de examinadores y horas extras, para ir deshaciendo el atasco que se ha acumulado en los últimos cinco años.

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El presidente de APAG, José Blas Valero, ha explicado que la falta de personal que arrastra la Jefatura Provincial de Tráfico, principalmente de examinadores, está poniendo en jaque la viabilidad de las más de 150 autoescuelas de la provincia y ha exigido medidas para revertir de una vez la situación.

«La falta de examinadores ha cronificado este problema que venimos arrastrando desde 2019. Deberíamos tener 24 examinadores y sin embargo en Granada hay 18», apunta. En el último año la DGT ha incorporado tres funcionarios más pero las autoescuelas insisten en que siguen sin ver cambios en la reducción de los tiempos de espera ni en el ritmo al que se deslía el entuerto.

«En estos momentos hay tres bajas que no se han cubierto y en Navidad tendrán vacaciones, que son muy lícitas y por supuesto que ahí no entramos, pero hay que tomar medidas ya, necesitamos horas extraordinarias o personal de refuerzo o las empresas nos vamos a ir a pique», denuncia el presidente de la Asociación provincial. La situación se va agravar, según explican, en esta recta final de año, en la que, a pesar de la alta demanda, está previsto que se puedan examinar unos 600 alumnos, «la mitad de un mes normal». En estos momentos los cupos de alumnos van a examen cada quince días «y si de 18 examinadores hay algunos de vacaciones y otros de baja no hay manera de revertir la situación».

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Desde la Jefatura Provincial de Tráfico de Granada insisten en que los días en los que se realizarán los exámenes durante la Navidad se han establecido «en colaboración con las autoescuelas» y destacan que la situación de las esperas ha mejorado notablemente en el último año.

«Durante 2024 se han incorporado tres funcionarios examinadores que han reforzado la plantilla y se han realizado pruebas incluso fuera de la jornada ordinaria para agilizar las pruebas. Hasta el mes de noviembre se habían realizado más pruebas teóricas y prácticas que en todo el año 2023», señalan desde la Jefatura Provincial de Tráfico. Un ritmo que no convence a las autoescuelas, que aseguran que trabajan con una presión insoportable por el perjuicio a los negocios y que este estrés también se traslada a los alumnos.

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«Si no superan el examen práctico de conducir vuelven a la cola de la bolsa de alumnos y tienen que esperar otros cuatro meses para la nueva oportunidad y en ese periodo ya por supuesto no dan clases, dan dos o tres al final de recuerdo y al final vuelven a ir con pinzas. Tienes que llevarlos muy bien preparados para que intenten sacarlo primera porque esta situación que sufrimos es de locos», lamenta el portavoz de las autoescuelas granadinas.

José Blas Valero, presidente de la Asociación provincial de Autoescuelas. IDEAL

«La administración no nos deja trabajar, esto es dramático»

Las más de 150 autoescuelas integran la asociación provincial califican la situación de «dramática» y acumulan tal nivel de desesperación que ya solo les cabe subir el tono de voz con el que protestan porque ya no puede decirlo más claro. «Las autoescuela somos centros de trabajo y la administración no nos deja trabajar. Negocio hay, podríamos crecer, crear empleo, incorporar profesores y sin embargo no podemos, estamos asfixiados. Hay compañeros que están en el límite de cerrar empresas porque si la administración no nos da el servicio no podemos funcionar, es dramático, lo estamos pasando muy mal», clama desesperado el presidente de APAG, José Blas Valero. Recuerda además que el tapón de alumnos esperando a examinarse no solo afecta económicamente a las autoescuelas sino que es «un problema social». «A las empresa de transporte de viajeros y mercancías no les mandamos conductores, no se vende el coche nuevo a la espera de que el niño tenga el carné, los seguros... La economía se resiente por todos los lados», lamenta.

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