Las otras 'intentonas' de presupuestos del Ayuntamiento de Granada

El popular Curro Ledesma y el socialista Baldomero Oliver ya intentaron sin éxito sacar adelante unas cuentas para cambiar las actuales, prorrogadas desde 2015

Lunes, 27 de enero 2020, 01:05

El martes pasado, durante la rueda de prensa de presentación del borrador de los presupuesto, el alcalde de Granada aseguró que su propuesta era la primera que se ponía sobre la mesa en cinco años. Se refería el regidor a las tres hojas que entregó ... a los medios de comunicación y que contenían apenas las cifras esenciales del proyecto que, a día de hoy, siguen tratando de cerrar los responsables de Economía y Hacienda. La realidad, sin embargo, es más compleja y, al contrario de lo que expuso Luis Salvador, en los últimos tiempos ha habido hasta tres tentativas para actualizar unas cuentas que llevan prorrogadas desde 2015.

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El concejal Curro Ledesma fue el primero en intentarlo. Fue a finales de 2015 cuando el responsable de Economía y Hacienda en el último mandato del popular José Torres Hurtado al frente del Ayuntamiento trató de promover un nuevo expediente de presupuestos que sustituyera a los vigentes, aprobados el año anterior.

El edil recabó información de las áreas municipales y planteó un proyecto de cuentas. El documento, que se iba por encima del medio centenar de páginas, planteaba grandes cambios respecto a los presupuestos anteriores. A grandes rasgos, la propuesta planteaba ingresos por un importe de 260.727.307 euros, dos millones menos que un año antes. Las principales vías de financiación eran los impuestos directos, que superaban los 100 millones de euros; las transferencias corrientes, que ascendían dos millones respecto a 2015; y las tasas, que aumentaba también hasta alcanzar los 59.167.008 euros.

A su vez, la propuesta establecía un aumento radical de los gastos, que crecían en más de 31 millones hasta llegar a 294.250.756 euros. Las concejalías que más aumentaban sus partidas respecto a las que tenían el año anterior eran Medio Ambiente, Personal y Economía, esta última por la necesidad de hacer frente a las obligaciones financieras contraídas por el Consistorio.

Aquel borrador de Ledesma, que guardaba detalles jugosos como la estimación en 10.950.000 euros de los ingresos por multas de tráfico, llegó a contar con informes que detallaban aspectos a incluir en el expediente final. Entre otros, el director general de Economía emitió el 11 de enero un documento en el que, además de repasar diferentes aspectos de la propuesta, informaba del estudio de implantación de una tasa turística con la que pretendía lograr 3 millones de euros más.

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Ledesma llegó a sentarse con la oposición para afinar el expediente. Se reunió en varias ocasiones con el resto de partidos para cuadrar unas cuentas que tenían un desfase de 34 millones de euros. No fue el único movimiento para tratar de salvar la situación. Como recuerdan en Podemos-IU, los responsables de las áreas de gobierno incluso expusieron sus cifras a distintas formaciones con el objeto de aclarar las dudas y sumar apoyos que permitieran que el PP, sin la mayoría que había ostentado hasta el mandato anterior, pudiera sacar el presupuesto adelante. También hubo encuentros con los dirigentes sindicales del Ayuntamiento. Sin embargo, el enorme descuadre de las cuentas y el abrupto final del gobierno por la Nazarí provocaron que la maniobra fuera abandonada.

Las dos propuestas de Oliver

Ya con el PSOE en el gobierno municipal, el concejal Baldomero Oliver afrontó la tarea de promover unas cuentas que dieran relevo a las aprobadas en 2015. Fue en 2018 cuando más lejos llegó. El socialista acababa de lograr, gracias a la abstención del PP, la aprobación de un plan de ajuste que suponía un balón de oxígeno para las arcas municipales. Oliver propuso una modificación de las ordenanzas fiscales y contactó con la oposición para desbloquear la operación.

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En paralelo, planteó un proyecto de presupuestos que tenía en cuenta los cambios fiscales aún sin aprobar y que fue presentado el 17 de diciembre de aquel año. Entonces, como hiciera esta semana el regidor, Oliver aseguró que era la primera vez que se presentaban unos presupuestos desde 2014.

El proyecto, que superaba las 60 páginas, planteaba unos ingresos por un montante total de 276.683.919 euros, 16 millones más que el planteado por Ledesma en su último año y 10 menos que lo anunciado esta semana por el bipartito.

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La principal vía de entrada de capital para las arcas municipales eran nuevamente los impuestos directos, que rozaban los 116 millones de euros. Por transferencias corrientes se pretendían conseguir 85.368.734 euros, mientras que por tasas se superaban los 61 millones.

Respecto a los gastos, el proyecto apostaba por la contención y trataba de aprovechar la bajada en los precios de adjudicación de los contratos públicos lograda por el gobierno de entonces así como en los gastos de gestión para evitar grandes 'tijeretazos'. Planteaba el desembolso de 276.672.304 euros.

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Así, en cuanto al gasto de personal –uno de los dos más altos en todas las cuentas–, las cifras planteadas por Oliver eran de 108,1 millones de euros, tres menos que la propuesta del actual equipo. En cuanto al capítulo 2, el que sirve para financiar los servicios municipales, proponía 103,1 millones, casi uno más que lo que PP y Cs pretenden destinar a este mismo aspecto en 2020.

Oliver se fue a los grupos, que le trasladaron prácticamente de forma unánime su rechazo. Las 'pegas' fueron múltiples, desde el 'tijeretazo' a los servicios esenciales a la subida de impuestos... La oposición obligó al concejal a introducir modificaciones en las cuentas, que fueron presentadas a los medios el 21 de febrero del año pasado.

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Rechazo

La segunda propuesta incluía una modificación de los ingresos por bienes inmuebles, cuya bajada había sido aprobada en el pleno anterior, y reducía la partida destinada a intereses de demora. Con ella, pretendía sacar adelante unas cuentas «que garanticen la estabilidad presupuestaria, mantengan la recuperación económica y que no olviden la cultura, la empleabilidad y los derechos sociales». La esperanza del concejal era que el proyecto fuera apoyado por la oposición .

No lo logró. El PP, a través de Curro Ledesma, acusó a Francisco Cuenca y a Baldomero Oliver de hacer «chantaje» con las cuentas antes de las elecciones municipales y criticó que los socialistas se quedaran tan solo en las conversaciones y no llevaran el expediente a pleno. Cs dijo que la propuesta era solo «simulada» y anunció su intención de crear tras los comicios de mayo una mesa de trabajo con todos los portavoces de la nueva corporación municipal «para lograr por fin un presupuesto consensuado».

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La concejala de Vamos Granada, Marta Gutiérrez, criticó al responsable de Economía por limitarse a hacer un «ajuste contable». Izquierda Unida, por su parte, mostró su desconfianza respecto a las cifras planteadas por el socialista .

El rechazo unánime y la cercanía de las votaciones paralizaron el proceso y el expediente, como ocurrió en el intento de Ledesma, jamás llegó al pleno. Ese es el reto que pretende conseguir el actual equipo de gobierno, que anunció esta semana un plazo de un mes para llevar su propuesta a votación. De conseguirlo, pase lo que pase en la sesión, sí habrá logrado ir más lejos que nadie en los últimos cinco años.

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