El Ayuntamiento pone drones en Norte para evitar las pedradas a los autobuses

Según han explicado a IDEAL fuentes policiales, los artefactos aéreos se utilizan para controlar el tráfico y las rutas de las líneas de transporte. Aunque los hechos se produjeron en las calles Casería del Cerro, Casería de Aguirre y el entorno del Parque Nueva Granada, el incremento de la vigilancia se extenderá a todo el distrito. Principalmente, a partir del anochecer, cuando tienen lugar estos sucesos.

Tal y como han señalado desde Policía Local, los autores son menores de edad que lanzan naranjas y otros objetos a los vehículos. También han asegurado que se enfrentaron a este mismo problema el pasado noviembre. Los vecinos de la zona denunciaron desvíos en el trayecto de las líneas N5 y N6 hace varias semanas, pero no obtuvieron ninguna respuesta por parte de los conductores acerca de a qué se debía la modificación en el recorrido.

La asociación de vecinos Nueva Cartuja denunció también la situación en la última junta municipal de distrito, que tuvo lugar el pasado martes, donde se notificó que la razón de los cambios en el recorrido eran los actos vandálicos en los que se lanzaban naranjas y piedras.

Los residentes se quejaron de los inconvenientes que sufren al no cumplir con las paradas establecidas y de que muchas personas mayores no tienen cómo acceder a determinados puntos al estar a 20 minutos o más a pie del punto de recogida del autobús.

El trayecto habitual discurre desde la calle Joaquina Eguaras hasta la avenida de la Constitución. Pero el cambio provoca que, en lugar de girar hacia la izquierda y circular por la Carretera de Pulianas, Casería del Cerro y llegar hasta la calle Rodrigo de Triana, gire a la derecha y evite toda esta zona. Pasa por la calle Pintor Chavarito, motivo por el que el espacio anterior queda sin conexión. Según indican los residentes, este cambio supone eliminar hasta cinco paradas. Lo mismo sucede con la línea N6, desde la Casería del Cerro hasta la avenida de la Constitución. El perjuicio para los habitantes se incrementa porque no reciben ningún aviso de que la línea cumple un trayecto distinto.

Desde ALSA explican que los cambios obedecen al protocolo establecido por el Ayuntamiento de Granada cuando se registran este tipo de actos vandálicos.También indican que el recorrido vuelve a la normalidad cuando «dejan de tirar piedras» y «poner en peligro la integridad de los usuarios, del personal de la empresa y los medios mecánicos».

No obstante, no es la primera vez que el barrio sufre este tipo de actos vandálicos. Las líneas se vieron también afectadas en mayo del año pasado y, anteriormente, en enero de 2024.