![El Ayuntamiento retira un cajetín de Airbnb de la pared del colegio del Realejo](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2024/11/03/Imagen%20Cajetin%20Airbnb%20calle%20Molinos-k0Y-U2201695113489nPC-1200x840@Ideal.jpg)
![El Ayuntamiento retira un cajetín de Airbnb de la pared del colegio del Realejo](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2024/11/03/Imagen%20Cajetin%20Airbnb%20calle%20Molinos-k0Y-U2201695113489nPC-1200x840@Ideal.jpg)
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Granada, con su Alhambra, su Albaicín y todo su patrimonio histórico no se libra de un tiempo a esta parte de ninguna plaga. Ya sean los grafitis, ya sean las minipintadas de frases pretendidamente brillantes, «vandalismo poético» le llaman los albaicineros, todas encuentran su lugar ... en las calles, plazas, paredes, fachadas o cualquier tipo de elemento urbanístico de la ciudad.
Muchas de estas plagas vienen de la mano de un turismo que tiene poco de sostenible y mucho de depredador, denunciado constantemente por los vecinos de los barrios históricos de Granada más afectados. De hecho, alrededor de las asociaciones de vecinos han surgido plataformas para buscar una buena convivencia, tales como Albayzín Habitable y Por un Realejo Habitable.
Esta última plataforma ha denunciado hace pocos días en sus redes sociales la última invención que atenta contra las más elementales normas de convivencia. Se trata del hallazgo junto a un cuadro eléctrico de un cajetín de llaves del estilo de los que usan los alquileres turísticos tipo Airbnb para la entrada autónoma en el apartamento de turno ya que gracias a una combinación numérica en su interior se encuentran las llaves del apartamento.
El cajetín de llaves en cuestión se hallaba, además, colocado en el muro perimetral del colegio público Hurtado del barrio del Realejo, en la parte de la calle Hoteles de Belén, protegido por el armario eléctrico del exterior. En cuanto fue descubierto, la plataforma Realejo Habitable lo denunció en sus redes sociales y lo puso en conocimiento del director del centro educativo. «Ya lo que nos faltaba: cajas de seguridad para llaves de Airbnb en la fachada del colegio público del barrio CEIP José Hurtado. Un sin sentido que se permite en Granada», escribían en su denuncia pública.
No se quedaban solamente en la denuncia, también criticaban lo que entienden como dejación de funciones de las autoridades competentes. «Denunciamos esta práctica ilegal y esperamos la intervención de la Policía Local y del Ayuntamiento de Granada».
Por eso, al mismo tiempo se preguntaban: «Habrá sanción para esta práctica? ¿Cómo se permite poner estos candados en espacio públicos y edificios protegidos? ¿Dónde están los inspectores de turismo? ¿Donde está la intervención del Ayuntamiento de Granada que prometió hace un tiempo para ponerle freno a esta situación?», eran las cuestiones que lanzaban.
La respuesta del Ayuntamiento de Granada, al ser contactados por este caso por la dirección del colegio público José Hurtado, fue inmediata. Al día siguiente, en menos de 24 horas, el cajetín de llaves fue retirado. Los encargados fueron los operarios del área de Mantenimiento municipal, ya que tienen la competencia sobre los colegios públicos de la ciudad.
El Ayuntamiento de Granada no ha interpuesto denuncia alguna ni ha averiguado quién fue el autor de la colocación del cajetín de llaves. La cuestión es que no es el único caso el del Realejo el que existe en la ciudad de Granada. Los vecinos informan que hay cajetines de llaves en múltiples lugares, siempre junto a portales donde hay alojamientos de Airbnb. Los lugares elegidos son aquellos en los que se puede candar el cajetín de turno, tales como los agarraderos de las tuberías que van por las fachadas al suelo, las rejas de las ventanas o las señales de tráfico.
Un ejemplo es el de la verja trasera que circunda el Arco de Elvira. Ahí se encuentra un cajetín de grandes dimensiones que, en principio, el área de Mantenimiento del Ayuntamiento de Granada no va a proceder a retirar porque se trata de un bien de interés cultural que depende de la junta de Andalucía. Mientras se aclara la competencia de la administración que tiene que retirarlo, el cajetín pasa las horas enganchado a la verja del Arco de Elvira.
Granada no se libra de este tipo de plagas que impiden la buena convivencia y que se saltan las normas a a torera y malogran el cuidado del rico patrimonio histórico y cultural de la ciudad. La vecina Málaga, tampoco. La explosión de cajetines de llaves repartidos por toda la ciudad llevó hace dos veranos al Ayuntamiento malagueño a ordenar su total retirada.
En efecto, el Ayuntamiento de Málaga ordenó al retirada de las cajas de los pisos turísticos que hacían uso de la vía pública. Así, la Policía Local de la localidad malagueña realizó batidas para ubicar estos dispositivos y procedió a quitarlos.
En Valencia ocurre lo mismo y los vecinos han explotado. El Gobierno autonómico prohibió los cajetines de llaves para pisos turísticos con multas de hasta 600.000 euros. Como la imaginación vuela rápido, los propietarios de estas viviendas turísticas pronto encontraron fórmulas para dejar las llaves y los cajetines se han expandido por todas partes en lugares como semáforos, jardines, bancos o en bicicletas permanentemente candadas.
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