Un trabajador desbordado. Freepik

Sanidad en Granada

Las bajas de trabajadores por salud mental suben un 69% en cinco años en Granada

Los sindicatos sitúan la precariedad y «las crecientes exigencias laborales» entre los factores que agravan un problema que cuesta ya diez millones de euros al año a las empresas

Domingo, 28 de enero 2024

Cada vez hay más granadinos que no están bien en sus trabajos. El 'burnout' laboral, síndrome del quemado que deja agotadas física y mentalmente a las personas que lo padecen, pero sobre todo el auge de otras patologías de salud mental que dependen más de ... factores externos que de la carga genética, como la ansiedad y la depresión, están provocando la quiebra emocional de profesionales que necesitan ausentarse de sus puestos de trabajo para recuperarse. Las cifras de bajas laborales asociadas a trastornos de salud mental mantienen una tendencia al alza que obliga a realizar una reflexión sobre este problema de salud pública que también tiene un fuerte impacto en las empresas.

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En Granada, según los datos ofrecidos a IDEAL por Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT), las bajas laborales por trastornos de salud mental experimentaron un crecimiento del 69% desde 2019.

En este ejercicio, el último disponible completo, se tramitaron 3.534 procesos de incapacidades temporales ligadas a motivos de salud mental en las empresas de la provincia. Se trata de una cifra récord y, aunque los datos de 2023 no están cerrados, sí avanzan que la tendencia sigue al alza. En general hay más bajas laborales que nunca porque la afiliación a la Seguridad Social está en máximos históricos, esto es, porque también hay más trabajadores que nunca. Sin embargo, mientras los procesos de incapacidad temporal derivados de contingencias comunes crecieron una media del 19% en el mismo periodo, los específicos de salud mental, dentro de esa categoría lo hicieron un 69%.

Son datos de las Mutuas que protegen a un 79,66% de los trabajadores en los procesos de incapacidad temporal derivado de contingencias comunes y que en Granada, según la última referencia de noviembre de 2023, cubren a más de 225.000 trabajadores.

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La duración media de las bajas laborales por salud mental también va al alza y fue de una media de 118,29 días en el último año evaluado, un crecimiento del 11,34%.

En cuanto a los costes, prácticamente se han doblado en el mismo periodo. En el último año las bajas por salud mental de sus trabajadores le costaron 9,9 millones de euros a las empresas de la provincia mientras que el impacto en la mutuas fue de 14, 7 millones de euros.

Los sindicatos

La pandemia «que marcó un antes y un después» es uno de los factores que está detrás del aumento de las bajas laborales por salud mental pero los sindicatos UGT y CC OO coinciden también en vincular la precariedad laboral y los métodos de trabajo «cada vez más exigentes» con este fenómeno que afecta a tanto a los trabajadores con menos formación como a los más cualificados.

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«Estas personas acuden al médico sobrepasadas por los horarios, las exigencias de los jefes y la carga de trabajo», explica Luis Miguel Gutiérrez, secretario general de UGT Granada, que expresa su preocupación por el creciente número de bajas laborales por salud mental, tanto en número como en duración.

«La precariedad laboral enferma y mata»

Luis Miguel Gutiérrez

Secretario general UGT Granada

Según el análisis del ugetista, las mujeres, pero en especial los jóvenes son dos de los grupos que padecen más bajas por salud mental. «Los jóvenes son una generación mucho más sensible para reconocer su sufrimiento psíquico respecto a las precedentes, que muchas veces lo canalizan de otra manera», esgrime.

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E insiste en que muchos cuadros de depresión o ansiedad se deben directamente a la precariedad laboral «que enferma y mata». «Tenemos que situar en el centro del debate los temas de salud mental derivados del trabajo. El estrés, el mobbing, el síndrome del trabajador quemado, la discriminación de las mujeres en el trabajo... son una parte importante de las causas de los problemas de salud mental. Pero también, los salarios bajos, las horas extraordinarias, la dificultad para conciliar la vida personal y profesional, el paro de larga duración o las malas condiciones laborales», subraya Gutiérrez.

Y no solo el origen, sino también las soluciones a los aumentos de las bajas, están, a su juicio en gran parte en los propios centros de trabajo. Por ejemplo, apunta la reducción de cargas de trabajo «y las medidas de organización que reduzcan el estrés y la presión sobre la plantilla» entre otras. El líder provincial de UGT cree por tanto que urge afrontar el problema «desde la perspectiva de buscar soluciones, no para penalizar a las personas que están sufriendo estas enfermedades».

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En la misma línea, el secretario general de Servicios de CC OO Granada, Roberto Ariza, pone el foco en la precariedad laboral como uno de los principales factores de riesgo, al igual que la inestabilidad que sufren los jóvenes con trabajos que no les permiten independizarse del núcleo familiar o vivir.

«Las empresas demandan más dedicación y habilidades que no vienen acompañada de herramientas para abordar estas exigencias»

Roberto Ariza

Responsable Servicios CC OO Granada

«Son muchos factores los que influyen. Los métodos de trabajo cada vez son más exigentes, en aras de la productividad, los objetivos planteados por las empresas y dinámicas empresariales exigen cada vez más dedicación en términos absolutos rozando lo inhumano. Las empresas demandan más tiempo de dedicación y múltiples habilidades que no vienen acompañadas de herramientas para abordar esas exigencias», analiza.

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Ariza advierte, además que aunque el repunte de bajas laborales por salud mental es generalizado, en Granada afecta más especialmente porque se genera más empleo en los «sectores más precario como la hostelería y el comercio en los que existe menos cultura empresarial a abordar estos problemas y donde aún teniendo un trabajo es difícil conseguir unas condiciones mínimas básicas para vivir».

Igualmente, tanto los representantes de CCOO como UGT apuntan la necesidad de corregir las deficiencias de un sistema de salud pública «desbordado» que, en su opinión, no está siendo ágil para diagnosticar y tratar los problemas de salud mental de la población trabajadora a tiempo.

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«Sería necesario un psicólogo en cada centro de salud, una consulta más ágil, porque no dan abasto», dice el líder de UGT, que recuerda que la mayoría de las personas «no tienen dinero para una consulta semanal y el psicólogo de la sanidad pública le ve en tres o cuatro meses».

También Ariza demanda más medios en la sanidad pública, «que a día de hoy es la más eficaz para diagnosticar y tratar los problemas de salud mental de la población trabajadora» y que las mutuas declaren más accidentes de trabajo relacionados con la salud mental y los aborden tratamientos adecuados «para que se traten mucho más rápido de lo que se está haciendo hoy».

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Tampoco olvidan los sindicatos la pata de la prevención en las propias empresas y administraciones públicas «evitando la externalización masiva y la falta de calidad de la gestión de los servicios de prevención».

«Por ejemplo, formamos a nuestros delegados para que puedan identificar problemas de acoso, cargas de trabajo excesivas u otras más evidentes como prolongaciones de jornada etcétera. Y a plantear soluciones a través de intervención directa en la empresa, como por ejemplo que se realicen evaluaciones de riesgos psicosociales», concluye Ariza.

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