El bar de las 40 tapas de Granada: «Nos adaptamos a todos los gustos»

En Granada entrar a un bar y que junto a la cerveza o el refresco no se sirva una tapa es casi un sacrilegio. Y es que, guste más o menos, ese aperitivo es la principal seña de la gastronomía de la ciudad. De hecho, hay un montón de bares y tabernas que destacan por ofrecer tapas muy variadas. Sin embargo, es difícil encontrar uno que cuente con más opciones que la Taberna Almoguera.

Esta taberna se encuentra en la calle Pedro Vitoria de Motril y presume de ser uno de los bares que más variedades de tapas a elegir ofrece a sus clientes de toda la provincia de Granada. «Ahora mismo tenemos un total de 40 tapas diferentes pero siempre hay un par más fuera de carta», cuenta a IDEAL Fernando, propietario del negocio que lleva abierto desde 2014.

Una taberna familiar con un total de cinco trabajadores que se caracteriza por sus tapas «caseras» y raciones. Carne, pescado, ensaladillas, bocadillos… «Tenemos tanta variedad para adaptarnos a todos los gustos y clientes, desde los jóvenes a los más mayores». Porque, según explica, la gente joven prefiere los montaditos y las tapas que sacian más, mientras que el resto de su clientela opta por tapas «con menos pan».

Ofrecer tantas tapas diferentes no es sencillo y requiere de mucho trabajo por parte de los empleados de la taberna. «Yo antes de las 8 de la mañana ya estoy aquí para preparar las carnes y tapas. Así luego solo es terminar de montar y servir», porque sería «imposible» poder ofrecer una variedad tan grande de tapas si fuera de otra forma.

Además de las 40 tapas de su carta, esta semana ofrecen también oreja en salsa y alitas de pollo. Añadidos que Fernando piensa que «pueden gustar» a sus clientes. «Hay gustos de todo tipo pero algunas de las tapas que más triunfan son la Almoguera, la quesadilla, la tosta de sobrasada, los calamares y las gambas al pil pil», comenta.

Sobre cómo suelen reaccionar los clientes que les visitan por primera vez al ver su carta de tapas, el hostelero explica que en la mayoría de ocasiones la gente «se queda sorprendida». «A veces me preguntan en broma si tengo más tapas». Sobre la marcha del negocio, que cumple 10 años ya, Fernando reconoce estar «bastante contento». «La idea es que el que venga se vaya satisfecho y hacerlo lo mejor posible ofreciendo calidad, algo que estamos consiguiendo», finaliza.

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