El barcelonés que buscaba a su familia granadina ha encontrado a sus parientes

Él vive en Barcelona, es conductor de autobuses y cuando recibió la llamada de Mari, no pudo contestar, estaba trabajando. Recibió un mensaje: «Soy Mari, la prima que buscas desde hace 5 años, aquí tienes a tu familia que te espera con los brazos abiertos». Palabras que conmovieron a Manuel Ángel.

Cuando la hermana del barcelonés murió hace cinco años, encontró entre sus cosas unas pocas fotos en las que aparecía de niño con su prima Mari y su tía María Angustias. Ahora ya puede ponerles nombre porque hasta hace unos días solo tenía el de la prima de su madre, que se llamaba Estrella y que es hermana de María Angustias. Con esa imagen, durante cinco años, Manuel Ángel vino a Granada a pasear mientras hacía memoria de los sitios donde podrían encontrarse, donde jugó de en su infancia. Llamó a puertas de desconocidos y habló con vecinos, hasta que un señor de unos 75 años le animó a contactar con este periódico.

En IDEAL se recibió el email de un primo de Manuel Ángel a los pocos días de la publicación del reportaje. «Mi sobrino vio la noticia y me dijo que mirase la imagen que acompañaba a la información; fue sorprendente encontrar esa foto en las páginas del periódico, una imagen que pensaba que solo tenía yo», explica Mari, la prima de Manuel Ángel, la niña de la foto.

Desde el momento en que los tres posaron para esa imagen hasta hoy han pasado más de 40 años. No ha habido noticias entre ellos. La madre de Manuel Ángel, Conchita, fue la segunda taxista de Barcelona, una mujer independiente que supo transmitir el amor por su tierra a sus hijos y que falleció hace algunos años también. Así que, Manuel Ángel conversó con su prima acerca de Granada, sobre aquellos veranos de la infancia y descubrió que Mari tiene en su poder muchas otras fotografías de su difunta hermana y de su visita en las fiestas del Corpus siendo niña. También de él y de su madre.

Cuenta Manuel Ángel que la acogida ha sido muy cálida, que está deseando poder reunirse con María Angustias y con Mari en el próximo mes de septiembre, en cuanto el trabajo se lo permita. Además, asegura que tiene muchas preguntas sobre su familia, aspectos como el motivo por el que sus abuelos se marcharon a Barcelona, y por supuesto, compartir todo lo que les ha acontecido durante estos 40 años. Pero tendrán que esperar a septiembre para volver a pasear por el Albaicín como lo hicieron hace más de cuatro décadas.