Un bebé en un carricoche, rodeado de piedras tras el derrumbe en la Carretera de la Sierra

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La familia tenía el vehículo estacionado frente al restaurante, al otro lado de la carretera A-395 y de la ladera desprendida. «Hubo piedras que entraron en la furgoneta de esta familia, fueron rodando hasta caer junto al vehículo y la suerte quiso que ninguna le diera al bebé, todas quedaron muy cerca», añade esta trabajadora. El pequeño no sufrió ningún daño. Su hermano de dos años sí fue atendido en el hospital del PTS después de que la esquirla de una piedra le abriera una pequeña brecha en la ceja. El abuelo de los menores, de 65 años, tenía heridas en las manos también. La furgoneta ha quedado destrozada, pero ha corrido mejor suerte que un coche que tenía justo al lado y que frenó a piedras más grandes que habían podido impactar contra esta familia.