
a. rodríguez
Valladolid
Lunes, 17 de enero 2022, 00:03
La vuelta de Pingüinos –la mayor concentración de motos de España– en 2022 ha cerrado círculos abiertos años atrás. Amigos que se reencuentran, compañeros que ... vuelven a verse, y amantes que sellan su amor en la campa de la antigua Hípica Militar. Una de las historias de este encuentro la han protagonizado una chica granadina y su novia.
Publicidad
Rodeadas de la gente que las quiere, Jessica Montero y Patricia Sánchez se dieron este pasado sábado el 'sí quiero' ante familiares y moteros que celebran una unión en la que Capi, fallecido en un accidente de tráfico durante la pandemia, hizo, en su momento, de particular 'celestino'.
La relato de este amor se remonta a la cita pingüinera del año 2018. Patricia, amante de las motos llegada desde Granada, intentaba encender una hoguera para combatir el intenso frío pucelano, condición poco usual por tierras andaluzas. En esas, Jessica se acercó para ayudarle a prender el fuego. Y surgió la chispa del amor entre motos.
Prendadas la una de la otra, al año siguiente «pasó lo que tenía que pasar», explicaba Jessica. Su romance aceleró incluso más que sus motos, y tras dejar el Principado para irse a vivir con su novia a Granada, le propuso matrimonio a Patricia en 2020, última edición de Pingüinos antes de la pandemia.
Publicidad
Ese verano, con la covid extendiéndose por todo el mundo, el mejor amigo pingüinero de Patricia, el argentino Pedro Quatricchi –al que llamaban Capi por ser capitán de barco en Valencia–, falleció en un accidente de moto. Sin poder viajar debido a las restricciones por la pandemia, ellas tenían claro cuál sería su especial homenaje.
«La familia me cedió su moto y se nos ocurrió que podíamos casarnos con ella, para que él estuviera presente y poder recordarle», expresa emocionada Patricia.
Fue en ese momento cuando decidieron que debía ser en Pingüinos donde debían realizar la ceremonia, entre el rugir de motores.
Publicidad
De la logística se encargaron sus amigos, que han llevado a cabo la tarea de buscar un notario que diera fe en la campa vallisoletana de la firma del acta matrimonial, certificada sobre el asiento de la Suzuki customizada del argentino. Con los nervios a flor de piel y ropa motera, así imaginaban su enlace Jessica y Patricia. Y así fue. Con dos improvisados velos y una lluvia de arroz, ambas se dieron el sí quiero y sellaron su promesa de amor con un beso y quemando rueda bajo la fotografía de Capi, «siempre presente entre nosotros», cuya moto sirvió para firmar el vínculo eterno de estas dos pingüineras.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Horarios, consejos y precauciones necesarias para ver el eclipse del sábado
El Norte de Castilla
Descubre la fruta con melatonina que te ayudará a dormir mejor
El Diario Vasco
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.