Una broma de un menor obliga a intervenir a la Guardia Civil y provoca un bulo en redes

Los hechos ocurrieron el pasado viernes en un centro comercial. El chico, menor de edad, pensó en aparecer en el espacio comercial acompañado de dos guardaespaldas pertrechados con chalecos antibalas y cargados con una gran bolsa que aparentara ir llena de armas. Para llevar a cabo su 'teatro' convenció a otros dos amigos a los que equipó con chalecos y que entraron al recinto con una bolsa negra y alargada. El menor se cubrió la cabeza con una capucha, como si fuera alguien 'famoso' que no quisiera ser reconocido. De esta guisa entraron los tres al centro comercial y a los pocos minutos captaron la atención de los clientes que había a esa hora, pero también de los miembros de seguridad del recinto.

Los vigilantes, siguiendo los protocolos habituales de seguridad dieron parte a la Guardia Civil, cuerpo de seguridad que les corresponde al estar el espacio en el Cinturón metropolitano.

Los miembros de seguridad se acercaron a ellos para apartarlos de las zonas comunes y tratar de aclarar por qué llevaban los chalecos y lo que parecía una pesada bolsa. Esa escena, la de los tres sujetos 'sospechosos' acompañados por los vigilantes fue fotografiada por alguno de los clientes que observaban lo que ocurría. Una foto que tomaría relevancia en las siguientes horas.

Ante la sospecha de que aquellos tres sujetos pudieran portar armas, se dio aviso a la Guardia Civil. Cuando llegaron los agentes identificaron a los tres sujetos, entre los que estaba un menor de edad y otros dos jóvenes, mayores de edad, todos ellos residentes en el Cinturón. Los agentes revisaron la bolsa, que sólo contenía cojines. Y comprobaron que los chalecos no eran en realidad antibalas, sino los petos usados en 'airsoft' –un juego que consiste en disparar bolas de pintura–.

El 'montaje' podía haber quedado ahí, pero la foto que tomó un cliente, en la que se ve a los tres sujetos con los chalecos, la bolsa y acompañados por los vigilantes de seguridad, empezó a circular por redes. Los pasos intermedios o quién difunde la imagen no han trascendido, pero la fotografía fue acompañada de un bulo que se fue difundiendo con rapidez. Esa imagen –que pueden ver en la página– sirvió para ilustrar una presunta (y falsa) amenaza de atentado en ese mismo centro comercial coincidiendo con un concierto.

Tanto llegó a expandirse esa falsa información, que distintos usuarios compartieron en redes sociales un desmentido sobre esa falsa amenaza de atentado. Incluso se les llegó a atribuir una nacionalidad a los tres sujetos y alguien incluso fabuló que fueron interceptados cuando preparaban un atentado. Todos esos extremos han sido desmentidos por la Guardia Civil, que atribuyó los hechos a una chiquillada.

Lo que empezó como una broma, cogió dimensiones que no calibraron sus protagonistas.