![Los cables que cortan la Alhambra](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201904/01/media/cortadas/136185836--624x415.jpg)
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PILAR GARCÍA-TREVIJANO
GRANADA
Lunes, 1 de abril 2019, 01:03
El Albaicín cumple 25 años como patrimonio mundial de la Unesco enredado entre cables de luz y con la aprobación de un nuevo plan especial para la reparación del distrito, enterrado en un cajón desde 2016, última vez que el concejal de Urbanismo y ... Medio Ambiente, Miguel Ángel Fernández Madrid, intentó sacar adelante el programa sin poder llegar al consenso con el resto de grupos municipales. Soplar las velas en un barrio -que es el estandarte de las maravillas de la ciudad- deja un sabor agridulce. Las maromas parten el cielo en dos en el casco histórico y llenan de contaminación visual los planos de la Alhambra. El tendido eléctrico trepa por los edificios como plantas invasoras sin dejar hueco virgen, desde San Juan de los Reyes, cuesta del Chapiz o plaza Nueva, hasta salir del barrio árabe y encontrar el mismo problema en otras zonas como el Sacromonte, el Realejo y la Virgen de las Angustias, los barrios de los mil cables y antenas. La ciudad ha visto decenas de actuaciones desde que Endesa y el Ayuntamiento firmaran un acuerdo en 1993, pero todavía no ha vislumbrado la completa eliminación del cableado eléctrico, además el Albaicín cuenta con el handicap del obsoleto Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI). La mítica ardilla que podría cruzar España de árbol en árbol sin tocar el suelo, en Granada lo haría de poste en poste.
En el siglo XX, con la llegada de la industrialización y la tecnología, el despliegue de las redes de luz y teléfono llenó de líneas y más líneas el cielo, pintando un extraño paisaje de modernidad. El impacto por la presencia de estos escollos en los enclaves turísticos hizo que al cumplirse dos años de la declaración del Albaicín como patrimonio de la humanidad - el 17 de diciembre de 1994- el Ayuntamiento anunciase que procedería a su retirada, tarea en la que fue incluyendo a las empresas responsables de infraestructura, principalmente Endesa y Telefónica y que, tras varios tira y afloja con los vecinos, empezó a despejar de forma intermitente las fachadas y las vías. El 9 de septiembre de 1996 este mismo diario anunciaba que Endesa, entonces conocida como Sevillana- comenzó a suprimir una parte del cableado aéreo en los puntos más conflictivos del barrio que reunían las instalaciones más viejas o que afeaban notoriamente el trazado urbano, acuerdo al que se subscribió en 1993 con el Ayuntamiento con un importe inicial de 32 millones de pesetas y que tenía como objetivo acabar con el tendido vertical en todo el casco histórico.
1976 Fecha del primer Plan Albaicín, documento que no llegó a aprobarse.
1988 Comienza la redacción de un nuevo plan basado en el informe de la Unesco.
1996 Se empieza a suprimir una parte del cableado aéreo en los puntos más conflictivos del barrio.
1997 Tras una inversión de 100 millones de euros, Endesa anunció que esperaba eliminar el cableado aéreo del Albaicín en un plazo de tres o cuatro años.
Septiembre de 1997 El Ayuntamiento encarga la modificación del Plan Albaicín, que apenas de había ejecutado.
2001 Continúan los trabajos de limpieza del cableado en la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes con la adjudicación de las obras que permitirán soterrar los cables tras el traslado del transformador que se ubicaba en la fachada San Pedro.
2004 El Ayuntamiento anuncia la reforma de Calderería Nueva, la Cuesta de San Gregorio y San Miguel, entre la que incluyen la retirada del cableado aéreo. Se disuelve la comisión de seguimiento del Plan Albaicín por el desacuerdo de los gestores.
2006-2009 El PP trata de encontrar una solución al fallido plan de restauración del barrio. pero la Comisión del Patrimonio lo tumba al considerar descabelladas algunas propuestas.
2011 El Ayuntamiento actuó en la supresión del tendido aéreo en 25 calles, con una inversión de 400.000 euros.
2011 El Ayuntamiento renuncia a actualizar el plan por las trabas de la Junta y rechaza la ayuda de la Administración para elaborar un nuevo documento.
2014 Se archiva el expediente abierto para la aprobación del plan por la falta de acuerdo con la Junta.
2016 El equipo socialista intenta renovar el Plan Albaicín y lo lleva al pleno sin lograr que prospere el acuerdo.
Un año después del comienzo de los trabajos (1997) y tras una inversión de cien millones de pesetas en canalizaciones subterráneas, Endesa anunció que esperaba eliminar el cableado aéreo del Albaicín en un plazo de tres o cuatro años. Esperanza que 21 años después se escapa para sus residentes como agua entre las manos. Aunque se haya avanzado en su retirada, las reivindicaciones vecinales son las mismas y el problema- atajado en algunos puntos por las intervenciones entre la empresa y el Consistorio- persiste.
Las asociaciones demandan la erradicación de la contaminación visual de sus calles desde «tiempos inmemoriales». Lola Boloix, presidenta de la asociación de vecinos del bajo Albaicín, asegura que «las empresas que han hecho todas las instalaciones no han tenido respeto por un barrio histórico. Lo único que se ha arreglado es la acera del Darro y San Juan de los Reyes. El 90% del barrio sigue igual y han pasado más de 20 años», critica Boloix. La presidenta afirma que no se ha cumplido con la obligación de soterrar los cables.
Ya en 2001, parecía que la eliminación del cableado eléctrico aéreo de la Carrera del Darro y el Paseo de los Tristes iba a ser un hecho con la adjudicación de las obras que permitirán soterrar los cables de las fachadas y balcones. La actuación estaba condicionada a la supresión de un viejo transformador adosado a la fachada de la Iglesia de San Pedro, acción que se tuvo que posponer medio año tras encontrar restos arqueológicos en el lugar en el que se iba a emplazar el nuevo transformador. Con la construcción del equipamiento se pudo soterrar el cableado de esa zona.
En 2011 el Ayuntamiento actuó en la eliminación del tendido aéreo en 25 calles, con una inversión de 400.000 euros. Con este nuevo arreglo fueron 64 las calles que quedaron restauradas. La situación de descuido, unido a la dificultad que presenta su mantenimiento, constituyen la crónica del «sinvivir» de sus residentes. De acuerdo con las Ordenanzas Municipales, el Ayuntamiento «por razones de seguridad, accesibilidad, protección del patrimonio histórico-artístico, ordenación del tráfico de vehículos y personas en las vías públicas y ordenación urbanística», podrá instar a las compañías para que en el plazo que se determine (no superior a cinco años) proceda a la eliminación de los tendidos y cableados existentes y los vecinos reclaman que depure responsabilidades. Por su parte, el área de Urbanismo dice que no es el encargado de proceder a su retirada y que insta a todas las nuevas obras a soterrar el suministro.
Por su parte, Endesa declara que los trabajos no han cesado y que en 2018 intervino en cuatro zonas del centro histórico, entre ellas la Virgen Blanca con la canalización subterránea de 480 metros, la placeta del Mentidero con el Aljibe La Vieja, en que se canalizaron 98 metros, y la calle Buen Suceso hasta San Miguel Alto. Se sustituyen aproximadamente 150 m de conductor aéreo y se soterran aproximadamente 80 metros.
Toda esta situación provocó que la Unesco diera un toque de atención a las administraciones. El presidente del Centro Unesco de Andalucía, Ángel Bañuelos, presentó un informe en 2015 que concluía que el Albaicín incumple varios criterios urbanísticos, de conservación y gestión que obliga la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial . La Unesco pidió «una coordinación urgente entre los gestores de la Alhambra, la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento para solventar los problemas. Además, instó al desarrollo de un plan especial.
Alguna de las intervenciones en el cableado eléctrico se enmarcaron dentro del Plan Albaicín, un programa que no termina de ver su actualización. La maldición empezó en 1976, cuando se redactó el borrador de un primer proyecto que nunca se aprobó. En 1988 se empieza a redactar el segundo intento, que contó con la aportación de consultores de la Unesco y se consiguió sacar adelante dos años más tarde. En septiembre de 1997 el Ayuntamiento encarga la modificación del plan, que apenas se había ejecutado. En 2004 se disuelve la comisión de seguimiento de la reparación del barrio tras la pelea de los gestores del plan, que lo tuvo paralizado siete años. Entre 2006 y 2009, el PP trata de encontrar una solución al fallido proyecto, sin embargo la Comisión del Patrimonio lo tumba al considerar descabelladas algunas propuestas. Las reuniones con los técnicos de la Junta no dieron ningún fruto. Dos años más tarde, 2011, el Ayuntamiento renuncia a redactar el plan por las trabas de la Junta y rechaza la ayuda para redactar un nuevo documento. En 2014 archiva el expediente abierto para la aprobación del plan por la falta de acuerdo con la Junta y semana más tarde la delegación de Cultura le insta a retomarla revisión del proyecto. Con la llegada del equipo de gobierno socialista en 2016, el concejal Miguel Ángel Fernández Madrid, devuelve el debate del Plan Albaicín al pleno municipal para empezar de nuevo su complejo proceso de actualización. La tentativa queda paralizada de nuevo y continúa en 'stand by' sin que el edil olvide y ceje en su empeño de aprobar la asignatura pendiente de todos los mandatos.
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