![Historia de Granada | La calle de la carne y de granadinos ilustres](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202104/24/media/cortadas/calle-tablas-fermin-kgBG-U140139342960XFF-1968x1216@Ideal.jpg)
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Zona de paso de miles de granadinos y visitantes. Lugar de peregrinar de aquellos que tienen que hacer alguna gestión en la Hacienda andaluza, la calle Tablas es una de las vías más conocidas de la ciudad. Por ella pasan a diario vecinos y turistas (ahora pocos) sin reparar en muchas ocasiones en su nombre o en su arquitectura, pero esta arteria que une la plaza de la Trinidad con el carril del Picón esconde una parte importante de la historia de la ciudad y ha dado vida a algunos de sus ciudadanos más ilustres.
El origen del nombre de la calle Tablas se remonta a época musulmana. Según se recoge en el 'Callejero Emocional de Granada' de Francisco González, Mikel Astrain y Juan Antonio Lao, este epónimo es herencia del periodo de presencia musulmana en la ciudad. Aquí se concentraban carniceros de los alrededores de la capital granadina. Exponían su mejor género a las afueras de Bab Al-Masda o Puerta de Bibalmazda, a la que los cristianos llamaron Puerta de las Tablas -derribada en el siglo XVII-, enfrente del convento de la Trinidad y a la salida de la calle de las Capuchinas, según recuerda Gómez Moreno en su 'Guía de Granada'. La carne se colocaba en unos tableros de madera para que los clientes pudieran elegir, de ahí que recibiera ese nombre.
El barrio de la Magdalena se convirtió en una zona de comercio de los granadinos desde finales del siglo XV y sobre todo a partir del siglo XVI, según recuerda Gómez Moreno. Así como en la calle Alhóndiga y alrededores existían establecimientos dedicados al almacenamiento y venta de trigo y otros productos de grano (por eso su nombre9, en esta zona de la calle Tablas tuvo especial importancia del comercio de la carne. Entre la iglesia de Santa María Magdalena y la muralla que iba paralela a la plaza de Bib-Rambla se instaló la «Carnicería de cristianos» en 1499, que estuvo en uso hasta 1880.
La historia de esta calle está intrínsecamente ligada a Granada. Tras formar parte de la zona de extramuros de la ciudad, espacio de cultivo, el barrio de la Magdalena, y por ende la calle Tablas, fue el lugar escogido para levantar residencias de peso arquitectónico durante el siglo XVIII. Así surgió el Palacio del Conde de Luque o Palacio de las Columnas, de finales de este siglo y que hoy día acoge la Facultad de Traducción e Interpretación, cuya entrada se encuentra en la calle Puentezuelas.
Un poco más arriba, en mitad de la calle Tablas en dirección a la plaza de la Trinidad, luce otro palacete, el que vio nacer a un granadino ilustre y que acogió poco después a otra de las familias de mayor peso de su historia, como recordaba en IDEAL el 'cronista de Granada' Juan Bustos. Data del siglo XIX, cuando se unieron los números 9 y 11 para conformar un edificio de fachada única. Un «notable ejemplar de la arquitectura doméstica granadina», relata Bustos:
«Sillería de piedra en la planta baja, magníficas balaustradas de mármol blanco de Macael en la principal, elegantes frontones curvos, molduras y cornisas dispuestas con buen gusto, todo contribuye a esta fachada de gran visualidad y distinción».
En este lugar nació el poeta, dramaturgo y político granadino Francisco Martínez de la Rosa en 1787. Alumno del Colegio Mayor de San Bartolomé y Santiago, fue catedrático de Filosofía y Moral en la Universidad de Granada antes de convertirse en comisario de la Junta de Salvación y Defensa de Granada durante la Guerra de la Independencia. Fue uno de los diputados en las Cortes de Cádiz de 1812, donde se aprobó la primera Constitución Española. Se convirtió en el primer presidente del Consejo de Ministros durante el 'trienio liberal'. Eso sin descuidar su rama artística como autor teatral de algunas de las obras más importantes del movimiento romántico, como 'La conjuración de Venecia', 'Abén Humeya' o 'Doña Isabela de Solís, reina de Granada'.
No fue el único inquilino ilustre de este palacio. También allí residió la familia Riquelme durante el siglo XIX. Encabezada por Agustín Riquelme, oidor de la Real Chancillería de Granada de origen extremeño y que desarrolló una brillante carrera militar -fue subsecretario del Ministerio de la Guerra y Capitán General de Galicia, Canarias y Andalucía-. La familia puso en marcha una fundación de carácter benéfico destinada a acoger niñas huérfanas de militares y otras menores externas sin recursos de forma gratuita. Descendiente de esta familia es la hermana Emilia Riquelme Zayas (1847), fundadora de la Congregación Misioneras del Santísimo Sacramento de María Inmaculada (riquelminas) y beatificada en 2019.
Actualmente, el palacio de la calle Tablas es la sede de la Gerencia Provincial de la Agencia Tributaria de la Junta de Andalucía.
La calle Tablas también tuvo espacio para lugares cuyos inquilinos no fueron tan renombrados ni dejaron su impronta en la historia de la ciudad o del país. La posada de Tablas fue el lugar de parada a la entrada de la ciudad. Un espacio poco recomendado, a menos que no hubiera otra opción, para pasar la noche. La Posada de las Tablas fue demolida en 1955 por orden den Ayuntamiento de Granada, al declararlo en estado ruinoso. Era el único inmueble antiguo que quedaba en la plaza de la Trinidad.
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Inés Gallastegui | Granada
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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