Campaña y se acabó

Crónica política ·

La próxima semana arranca el pulso por la plaza del Carmen, marcada por una década de vaivenes e inestabilidad política. 14 de los 27 concejales que acaban el mandato ni siquiera van en las listas. Las encuestas pronostican la vuelta al bipartidismo

Quico Chirino

Granada

Sábado, 6 de mayo 2023, 23:48

Hace una semana se celebró el último pleno ordinario –es un formalismo, no un calificativo malintencionado– en el Ayuntamiento de la capital. De los 27 concejales convocados –Sebastián Pérez no acudió a su despedida de la plaza del Carmen tras 32 años–, catorce no están ... en ninguna lista de las municipales del 28 de mayo. No es más que una observación sacada de la vida misma, que diría Jaume Perich. El humorista gráfico que también escribió frases como: «Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco».

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Basta con poner todas las obviedades de los últimos cuatro años de la política municipal una tras otras para percatarse de lo que ha sido el mandato; solo enderezado al final porque el PSOE obtuvo en 2019 una representación sólida que le ha permitido gobernar con cierta estabilidad y atar una mayoría en el pleno.

Basta con poner todas las obviedades de los últimos cuatro años de la política municipal una tras otras para percatarse de lo que ha sido el mandato

Catorce concejales, al menos, que no continuarán; de los que sólo uno podría haber seguido si hubiese querido. Otros dos que marcharon a otros destinos: César Díaz (PP), al Consorcio Metropolitano del Transportes, y Onofre Miralles (Vox), al Congreso. La desgraciada pérdida de José María Corpas (PSOE). Una coalición de izquierda –la de Unidas Podemos– que termina disuelta, con su portavoz que deja la política activa –o retribuida– mientras que los otros dos concejales encabezan propuestas distintas. Los seis concejales que han quedado del PP, de retirada o a la espera de destino. Ciudadanos, que empezó el mandato en la alcaldía, desaparecido del pleno. Un grupo de no adscritos con cinco miembros que ha terminado como tercera 'fuerza política', y que todos dejan –de momento– la vida pública. Entre ellos, Manuel Olivares, que no ha disimulado en los últimos tiempos su proximidad al PP. Esta semana compartía la fiesta de la Cruz en Alhendín con el propio presidente provincial, Francisco Rodríguez, en un encuentro en el que también había un miembro del PSOE, dentro de la confraternización propia de las fiestas. En definitiva, los últimos cuatro años en la plaza del Carmen han podido ser de todo menos normales.

Tampoco lo fueron los anteriores. Desde 2015 no hay una estabilidad que permita asentar un proyecto. Las encuestas vaticinan la vuelta al bipartidismo y a un escenario parecido al de 2007 y 2011, cuando las elecciones eran cosa de PP y PSOE más alguna tercera fuerza que se colara con la influencia necesaria para convertirse en llave de gobierno. Un rol que jugaron el extinto Partido Andalucista e Izquierda Unida, mientras que los populares siempre necesitaron alcanzar la mayoría absoluta para gobernar porque no tenían compañero de pacto.

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Eran las campañas de los cara a cara. Cuando Manuel Pezzi –siempre aparecía como última baza cuando todo se daba por perdido– calentaba los últimos días con algún chascarrillo sobre Torres Hurtado. Al mismo al que emplazaba a debatir cara a cara tanto con Javier Torres Vela como con Paco Cuenca. «Los ciudadanos de Granada se merecen debates entre los candidatos, ¿por qué se esconde Pepe Torres? ¿Por qué huyen de los debates? Son ventajistas, no les interesa informar a los ciudadanos de lo que han hecho y harán», retaba en 2011. «Que no sea cobarde (Torres Hurtado) y que haga lo que se hace en todos los países democráticos, que es contrastar sus propuestas. Que dé la cara él y que no eche por delante a otros insultando», retaba en 2007, cuando el PSOE reclamaba el debate entre las «dos torres». Hasta el propio José Antonio Griñán hizo un juego de palabras –facilón, eso sí– en la primera campaña de Paco Cuenca frente al entonces alcalde popular: «Torres ha hurtado a los granadinos el debate».

Esta campaña en ciernes no tiene el mismo ímpetu e intensidad. Tampoco cara a cara. Es más de prêt à porter. A priori, los dos candidatos principales se miden en exceso. Si les preguntas, todos dicen tener encuestas internas –esas que son un acto de fe– que les otorgan la victoria. No pueden perder los dos. Ganar, tampoco.

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CANDIDATO OPOSITOR

Así se denomina a quien se postula para un cargo público frente a quien ostenta el poder. El término está extendido especialmente en Latinoamérica, donde los líderes de la oposición política tienen también un papel muy activo en la vida diaria y en los procesos electorales. En Granada se ha llegado a la literalidad de la expresión. Incluso, podría incluirse una conjunción copulativa: candidato y opositor.

La política no es para toda la vida, aunque algunos se den cuenta demasiado tarde; justo cuando les llega la edad de jubilarse. Otros cruzan puertas giratorias. Y también están los que aprovechan su paso por el cargo público para prepararse unas oposiciones. Y hasta aprueban.

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El 3 de mayo se publicó en el BOJA la relación de nombres que, a partir del día 10 tendrán que tomar posesión de su puesto como administrativo. Entre ellos está la diputada nacional y candidata –opositora– socialista por Píñar, Inmaculada Oria. Además, está emplazada ese mismo día para el siguiente examen de la convocatoria del cuerpo superior. Le esperan unas semanas intensas. Y enhorabuena por el aprobado.

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