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Jóvenes tiran de la campana de la Torre de la Vela en una Granada de otra época. TORRES MOLINA

La campana de la Vela recupera su protagonismo

Abajo la ciudad conmemora la fiesta de la Toma y en la colina de la Sabika | Su sonido forma parte de la historia de la Granada legendaria

Miércoles, 1 de enero 2020

El día 2 de enero de cada año la campana de la Torre de la Vela recupera el protagonismo que tuvo antiguamente. Abajo la ciudad conmemora la fiesta de la Toma y en la colina de la Sabika, los granadinos hacen repicar la campana, el sonido que por siglos ha acompañado a esta ciudad y a su historia.

Dicen también que quien la hace tocar se casa ese mismo año. IDEAL contó en una ocasión el origen de esta leyenda. Este cuento se remonta a 1489. Al parecer un caballero de la corte de Boabdil, famoso por sus hazañas guerreras, se enamoró de una hermosa dama de la que no era correspondido. Él suspiraba por ella con la misma intensidad con la que la dama intentaba quitarse de encima a aquel pesado pretendiente. Como su cortejo no daba fruto, lejos del desaliento, fue a consultar a un hechicero. «No te impacientes», le dijo el brujo, «faltan ocho días para año nuevo. En la víspera verás a un mendigo en la Puerta de las Granadas. Dale doce monedas de oro, ni una más, ni una menos. Luego ve a la Torre de la Vela y toca la campana».

Según esta leyenda, al joven aquello le funcionó, hizo correr la voz y... hasta ahora. Sin embargo, la campana no se colocó en la espadaña de la también llamada torre del Sol hasta la conquista de Granada, unos años después de que tuviera lugar el romance de esta historia. Seguro que acudiría a otros métodos porque a los musulmanes les desagradaba aquel estridente sonido. Los ejércitos cristianos las llevaban en sus campañas militares y tocaban a rebato en caso de ser atacados. Cuando conquistaban un territorio al Islam, dejaban allí una de estas campanas extendiendo así simbólicamente el cristianismo por territorios infieles. En Granada, en época musulmana, la voz del muecín llamaba a la oración.

Una curiosidad: la actual campana tiene nombre, se llama Jesús, María, José, Santa María de las Mercedes. Lo cuenta Nieves Jiménez Díaz, doctora en Historia del Arte, en el artículo 'Historia de la Campana de la Vela de la Alhambra: funciones, toques y campaneros'. La ubicación actual de la campana data de 1840; antes estaba situada en el muro orientado al Albaicín.

No se conoce con certeza cuando se fundió. La autora la fecha antes de 1569, porque en este año, está documentado, hubo que refundirla. Un año antes había tenido lugar la rebelión de las Alpujarras y la campana se había quebrado por los continuos toques a rebato durante la guerra contra los moriscos.

Tocar la campana

Volvió a fundirse en varias veces. En algunas se rompió a causa del viento y la lluvia. Un terremoto la deterioró en 1822, pero también se ha roto por la fuerza con la que la gente la golpeaba durante la fiesta de la Toma. Ellas querían encontrar marido y ellos demostrar su hombría cargándosela.

Vídeo.

También se ha trasladado en diversas ocasiones. En 1840 se movió desde el ángulo norte de la torre al centro de la fachada occidental y en 1881, un rayo destruyó la espadaña que tuvo que ser reconstruida.

Siempre se volvió a fundir por su vital importancia para la ciudad. No solo como defensa de la fortaleza. En el siglo XVIII su sonido se escuchaba cada noche para marcar el horario de riego de los labradores de la Vega. También se tañe el día de la festividad de la Virgen del Rosario, en memoria de la victoria de la Batalla de Lepanto o con motivo de la conmemoración de un hecho histórico importante, apunta el artículo de Jiménez Díaz.

En cuanto a si la campana es un digno precedente de Tinder, se cuenta también que hasta el mirador solían acudir las aprendices de los talleres de modistas. Poco a poco, los chicos se iban dejando caer por el lugar a sabiendas de que allí había chicas. Era uno de los mejores lugares para ligar de ahí que probablemente fuera cierto que del toque de la campana surgieran muchos matrimonios.

«La que toca el dos de enero / la campana de la Vela /se casa dentro de un año/... si no se queda soltera». El sonido de la Vela forma parte de Granada y de su historia que hace honor a la popular letrilla «Quiero vivir en Granada/ solamente para oír/ la campana de la Vela/ cuando me voy a dormir».

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