La capital plantea más de 20.000 viviendas para atender la demanda de una década

El documento, que está abierto a consulta pública en el portal web del Ayuntamiento, plantea como una de las premisas a cumplir la superación de los 250.000 habitantes censados. Como confirma el edil de Urbanismo, Enrique Catalina, «no es una cifra casual». Como recuerda, el aumento permitiría a Granada acceder a una serie de bonificaciones y ayudas, gracias a «una mayor aportación tanto del Gobierno como de la Junta», que en la actualidad están fuera de su alcance, lo que está reduciendo sus posibilidades de desarrollo.

En este sentido, la situación de la que parte la ciudad no es la mejor. Entre 2001, cuando se aprobó el anterior Plan General, y 2021 ha perdido casi 13.000 residentes. Para cumplir el objetivo, el documento recomienda dar respuesta a las demandas residenciales que las nuevas generaciones tendrán a lo largo de la próxima década, que estima en 16.558 viviendas. Cerca de la mitad, unas 8.836, son las que vincula a la población que actualmente tiene entre 21 y 31 años y aún no ha conseguido emanciparse, que son alrededor de 21.208 granadinos.

El resto tiene relación con los jóvenes que, en estos momentos, se encuentran en una horquilla que va de 5 a 20 años de edad. De acuerdo a los datos que manejan los técnicos, hay 35.534 vecinos en este rango. Sin embargo, no todos tendrán estas necesidades de emanciparse por diferentes motivos. El avance estima que la ciudad solo tendrá que dar respuesta a las demandas de la mitad de ellos, para lo que requerirá de otras 7.772 residencias.

¿De dónde saldrán todas esas viviendas nuevas? La clave, como recuerda el concejal de Urbanismo, está en el crecimiento interno de la ciudad. «La idea es que no perdamos población, para lo que queremos promover una ciudad más habitable y en la que sea atractiva vivir, y las posibilidades que tenemos son el desarrollo de los terrenos que no se promovieron en el anterior Plan General y facilitar la rehabilitación de las viviendas ya construidas», recalca Enrique Catalina.

Cierto es que la orografía de la urbe, de enorme dificultad, y la conservación de espacios de gran valor natural como la Vega o el Valle del Darro, ambos protegidos por las normas urbanísticas, limitan las posibilidades. Afortunadamente, Granada cuenta con un gran número de solares dentro de la actual trama urbana que se pueden desarrollar. Son espacios vacíos que se distribuyen en buena medida por zonas como Norte, Beiro, Zaidín o Genil. Por esta vía, el avance estima que la ciudad podría contar con 2.483 nuevas viviendas, de las cuales 1.797 podrían tener la consideración de plurifamiliares.

Sin embargo, la mayor 'bolsa' de viviendas de cara al futuro se encuentra en la finalización de los grandes proyectos planteados en el anterior Plan General, el de 2001. Se trata de áreas de expansión pendientes de ejecutar o que se encuentran ya en carga, pero aún no están finalizadas. Por esta vía podrían conseguirse hasta 9.598 residencias.

La mayor parte de ellas, unas 1.696, están previstas en la Azulejera. Ferrocarril Chana, en el entorno de la nueva barriada de las Alquerías, tiene pendientes de ejecución 1.001. Cerca, en los Oestes 1 y 2, hay otra gran bolsa residencial con 566 pisos. También importante son los planes pendientes en la zona de Carretera de la Sierra. Unas 575 viviendas están pendientes en los PT-43 1 y 2. También en proceso de ejecución, pero en suelo urbanizable, se encuentran otras zonas de la ciudad. Cartuja Norte, por ejemplo, será el lugar de desarrollo de 1.318 viviendas, de las cuales 341 serán de protección oficial. En el mismo distrito, en el entorno de San Jerónimo, están previstas 1.605 residencias, 462 protegidas. En una situación similar están las 307 viviendas planteadas en el PP-E1 de Haza Grande y las 431 de Cerrillo Maracena.

En un grado menor de avance hay otras doce promociones procedentes del anterior Plan General. Ahí se incluyen las 1.362 viviendas previstas en el entorno del ferial, las 519 del Cuartel de los Mondragones, las 423 de los talleres de Renfe, las 202 de Villa Pineda, 220 más en Andaluces, 76 en la calle Trucha, 70 en Santa Adela o las 63 de la calle Tabaco. Los desarrollos de Lancha del Genil, Cuartel de las Palmas, Jardines López Font o San Jerónimo, ninguno de los cuales superan las 30 residencias, completan la nómina.

El avance, no obstante, abre la puerta también a nuevos desarrollos, una vía por la que pueden llegar 2.200 viviendas más. Estos se concentran en la zona del Serrallo, junto a los túneles, unos terrenos que están en manos privadas y que, tras muchas vueltas, parecen encaminarse a una transformación de carácter residencial.

Eso sin cerrar la puerta a facilitar la entrada en el mercado de las viviendas vacías. De acuerdo a los datos municipales, hay 6.500 hogares en esta situación. La idea del equipo de gobierno es «facilitar planes de rehabilitación y seguir apostando por proyectos de regeneración como el de Santa Adela en más barrios». «Tenemos que ponerlo fácil para que las trabas administrativas no sean muchas y el propietario se anime a poner esas viviendas en carga para uso habitual», afirma Catalina.