Edición

Borrar
Las terrazas de Granada reactivaron su vida nocturna. RAMÓN L. PÉREZ
Medidas de restricción en Granada | La capital recupera sus noches con tranquilidad

La capital recupera sus noches con tranquilidad

La hostelería amplió su horario hasta las 23.00 horas y en las terrazas se recuperó el tapeo nocturno, pero no hubo abarrotamientos

Chema Ruiz España

GRANADA

Viernes, 30 de abril 2021, 00:59

Granada recuperó sus noches, o, al menos, parte de ellas, y lo hizo con tranquilidad. La última modificación de los horarios adoptada por la Junta de Andalucía entró en vigor este jueves, lo que permitió a los servicios de hostelería y restauración de toda la provincia volver a extender su jornada hasta el inicio del toque de queda, a las 23.00 horas. Los ciudadanos recuperaron el tapeo nocturno y las terrazas del centro de la capital lucieron buena imagen, pero no se abarrotaron. Hubo más bullicio en las zonas de copeo, preferidas por la juventud, aun sin aglomeraciones.

La brisa fresca que acompañó al sol en su caída y que fuera una jornada laboral probablemente influyeron en que Granada no rezumara demasiada agitación. Algunos bares, los más alejados del núcleo, decidieron incluso recoger las mesas y las sillas a las 19.30 horas. El ambiente más animado se respiró en la calle Pedro Antonio de Alarcón. Al borde de las ocho, los jóvenes se citaban en las terrazas de sus bares y pubs, mientras los 'relaciones públicas' volvían a captar clientes. «Se puede fumar ahí, en la terracita», convenció uno a un grupo que caminaba de forma distendida. En las puertas de los recintos interiores, volvieron los corrillos, atraídos por la llamada de la nicotina. Apenas se contaban mascarillas, pero resonaban las risas.

Frente al Suizo, poco antes de las 20.30 horas comienzan a tomar color las mesas instaladas en la acera. «¡Vamos! ¡Golazo!», irrumpe un grito jovial después del empate del Granada, que jugaba en Barcelona. En la calle Ángel Ganivet, la Placeta de Gracia, la Plaza de la Romanilla o la Plaza Bib Rambla, otros puntos habituales, los bares y restaurantes se fueron llenando al son de las tapas, pero el panorama distó mucho de la habitual antes de la pandemia. «La hemos recibido muy bien –la ampliación del horario– porque por las noches es cuando más trabajo tenemos. La gente apura hasta última hora y, al final, viene a cenar», expresa Jorge, encargado del restaurante de Tinta Fina.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal La capital recupera sus noches con tranquilidad