Arcos de herradura excavados en la piedra, conformando una iglesia rupestre Ángel Rodríguez

La capital del reino efímero de Umar Ibn Hafsun

Rincones al descubierto ·

En plena Serranía de Ronda, en las cercanías de Ardales, las ruinas de Bobastro recuerdan a este personaje histórico, que también tuvo mucho de mitológico; erigido en estandarte de la resistencia frente a los invasores árabes

ángel rodríguez

Sábado, 15 de agosto 2020

España es un país con una historia plagada de héroes que han servido para forjar un sentimiento de reconocimiento común al mencionar sus nombres. El lusitano Viriato, Don Pelayo, el Cid Campeador o el Gran Capitán, por ejemplo. Umar ibn Hafsun debería ocupar un lugar ... entre ellos, pero los historiadores lo han tratado de forma desigual según el paradigma ideológico, y pocas personas conocen con detalle lo que supuso en la historia la vida de este malagueño, que vivió a caballo del siglo IX y el X d.C.

Publicidad

Nació en la comarca de Ronda, descendiente de la aristocracia hispano–romana, y pronto se trasladó con su familia a la zona de Ardales, donde hicieron fortuna. En su juventud se vio envuelto en un asunto turbio con la muerte de un vecino incluida, lo que le llevó a refugiarse en Argelia. A su vuelta, encabezó una primera e incierta revuelta que terminó con su sumisión e incorporación al ejército emiral de Córdoba. Este breve periodo dio paso a otro de intensa contraposición a los Omeyas, en una rebelión constante que le llevó hasta el final de sus días, cuando firmó la paz con Abd al-Rahman III, un poco antes de morir.

Umar era muladí, un musulmán de origen hispano, y solo al final se convirtió al cristianismo, hecho que se ha ensalzado para justificar su historia.

En el siglo XIX, los historiadores empezaron a considerarlo un bandolero de connotaciones románticas y heroicas, de espíritu libertario, luchador contra un estado opresor –el de los Omeyas– admirado por la proximidad geográfica con los bandoleros de la serranía de Ronda y su papel en la lucha contra el invasor francés, como José María 'El Tempranillo'. Más tarde su figura creció mucho, hasta el punto de considerarlo el ejemplo de la resistencia de lo español frente a la ocupación islámica, especialmente tras su conversión a la fe cristiana.

¿Quién fue realmente?

Las últimas investigaciones sobre el personaje y su movimiento histórico desmitifican su figura dentro del imaginario del héroe nacional, pero lo enriquecen vivamente como el epígono del proto–feudalismo de origen visigodo que pervivió en las tierras de al–Andalus, derrotado ante la formación del Estado califal. No en vano, Umar ibn Hafsun tuvo en jaque a tres emires, pactó con rebeldes independientemente de su origen, ya fuera árabe, beréber o muladí; unidos todos con el único vínculo de su resistencia a Córdoba. Cuando Abd al-Rahman III lo neutralizó, pacificando todo el país, con motivo de su éxito, se proclamo califa, inaugurando entonces una de las etapas más brillantes de la historia de España.

Publicidad

Bobastro, el nido de águilas

De todos los castillos que se construyeron, además de los que ya existían y se sumaron al movimiento de Ibn Hafsun, el más importante es el de Bobastro. Realmente se trata de una serie de sitios arqueológicos situados en la parte alta del cerro conocido como Mesas de Villaverde, caracterizado por la presencia de importantes defensas naturales que garantizaban la protección del sitio. En la parte más alta, dominando el valle del Guadlhorce, se encuentran las ruinas del alcázar, mandado reconstruir por Abd al-Rahman III tras su conquista, y que fue excavado por Cayetano Mergelina a mediados de los años 20 del siglo XX. Aún se pueden ver entre la maleza su potente muralla, levantada con sillares de piedra dispuestos a soga y tizón.

Ficha técnica

  • Localización y acceso Se encuentra en el municipio de Ardales, al que se accede desde el casco urbano, tomando la carretera MA- 5403 que lleva hasta el Caminito del Rey, desviándose desde aquí y cogiendo la MA-448. El acceso se hace desde la carretera y se puede recorrer por senderos señalizados

  • Descripción A media ladera, antes de llegar a la cumbre de las Mesas de Villaverde, se encuentra un recinto amurallado, puerta de acceso e iglesia rupestre. En la parte más alta, ruinas del alcázar reconstruido en el siglo X y otros vestigios arqueológicos. BIC desde 1931.

  • Más información www.ardales.es y www.malaga.es

Junto al alcázar quedan restos de necrópolis y otras construcciones troglodíticas, camufladas hoy día en el paisaje, pero el lugar más singular es el que ocupa la iglesia rupestre. Por las fuentes árabes sabemos que en la ciudad de Hafsun, además de una mezquita mayor, también existió una iglesia, donde fue bautizado el propio Umar al final de sus días.

Publicidad

Situada a media ladera, al sureste de la cima, se alcanza a través de un camino excavado parcialmente en la roca, donde se aprecian las trazas de los escalones que se labraron a finales del siglo IX para llegar hasta este sitio.

Se conservan restos de una potente muralla de sillares bien escuadrados que se adapta a la topografía del terreno, hasta que se alcanza una anchura donde se abre la Puerta del Sol. Da paso a un espacio mucho más cómodo, con algunas construcciones excavadas en la roca, que llevan directamente a una explanada, orienta hacia el Este, donde en un promontorio se encuentran los restos de la basílica. El edificio, excavado en la propia piedra, está inacabado, pero se reconoce su entrada y tres naves en el interior, quedando la central separada de las laterales por arcos de herradura excavados. En la cabecera se distinguen el altar mayor de planta circular y dos capillas laterales. En el exterior se ven los restos de la cripta que intentó excavarse en su base y otra serie de construcciones que hacen plantear la posibilidad de que no fuese un edificio aislado, sino un complejo monástico mozárabe.

Publicidad

Su construcción quedó inconclusa, pero aún se reconocen las trazas y marcas de los canteros que permiten imaginar el aspecto final. Su construcción debió empezar a principios del siglo X, cuando ya declinaba la estrella de la suerte de Umar, quedando abortada y abandonada tras la conquista definitiva por Abd al-Rahman III.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad