La carta de despedida de una nieta a su abuela, costurera en Granada durante 20 años

Se llamaba Pepa y era de Huelva, concretamente de Gibraleón. Pero la vida le llevó a vivir en varios lugares, entre ellos Granada. En esta tierra pasó dos décadas tras casarse con su marido, militar destinado en tierras granadinas. Tenía 23 años. Aunque durante casi toda su vida fue ama de casa, su estancia en Granada estuvo marcada, entre otras cosas, por su faceta como costurera.

Trabajó haciendo trajes para hombres y mujeres en el taller de una tienda del centro de Granada. Se compró una máquina de coser y también trabajaba desde casa. Incluso participó en la confección de telas en la figuración y extras en películas que se rodaron en la ciudad durante la época.

Después, tras 20 años en Granada, regresó a Huelva, donde pasó el resto de su vida. Allí murió a sus 87 años. Su nieta, Judith López Rueda, estudiante de Comuncación en Sevilla, estaba muy unida a Pepa, con la que se crió. Por eso ha querido escribirle una carta de despedida a su «superheroína»:

«La superheroína de ojos verdes

Las tardes jugando a hacer puzzles con mi abuela eran simplemente lo mejor del mundo, no lo cambiaría por nada, ni siquiera por un ordenador, móvil o tablet. Sus ojos verdes irradiaban sabiduría y amor, dotándola de poderes extraordinarios. Los abuelos, auténticos superhéroes, nos envuelven con su protección, alimentan con recetas tradicionales y nos guían con su sabiduría en un mundo que cambia vertiginosamente. Al rememorar la época en que la tecnología era ajena en su juventud, aprecio aún más sus historias y vivencias que, al igual que las fotografías, nos transportan a épocas diferentes. En este universo único de los abuelos, Pepa, mi abuela de ojos verdes, además de ser costurera y rodar películas en la hermosa Granada de 1944, es la superheroína de mi historia» .

Judith López Rueda

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