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Chiko, el Ansu Fati de la mecánica
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Nuestros Solidarios | Movimiento por la paz ·
La mayoría de los niños de las pateras no son futbolistas celestiales como el delantero del Barça, pero son buenos en lo suyoCarlos Morán
Granada
Lunes, 5 de octubre 2020, 01:04
Cada día intentan entrar en España decenas de 'Ansu Fatis', niños africanos con ganas de comerse el mundo, pero no por ambición sino por hambre. La gran mayoría no son futbolistas celestiales como el delantero del 'Barça'. Pero son buenos en lo suyo. Una inyección de juventud y talento para la vieja Europa, aunque haya quien no lo quiera ver.
Chiko es uno de ellos. Es un hacha reparando automóviles. Siempre lo fue. Apenas había dejado de ser un bebé, cuando empezó a trabajar con su tío en un taller mecánico en su país natal. Un mal día perdió las llaves del negocio y fue desvalijado. Su tío acusó a Chiko de estar compinchado con los cacos y renegó de él. El chaval tenía trece años y emprendió una aventura que iba a dejar en pañales la Odisea de Ulises.
Es curioso:los ciudadanos de los países occidentales veneran como a dioses a hombres y mujeres que corren ultramaratones, pero no se fijan en las hazañas de niños como Chiko. Él salió de su país el 27 de noviembre de 2014 y logró llegar a Ceuta el 9 de diciembre de 2016. Más de dos años en la carretera. No hay medalla que pueda abarcar una proeza de esas dimensiones.
Por cierto, antes de pisar territorio español, había tratado de atravesar las vallas fronterizas en seis ocasiones. En Ceuta entró desgarrado por las concertinas.
Luego fue acogido por el Movimiento por la Paz de Granada –con la que colabora la Fundación 'La Caixa– y se le descubrió una tuberculosis. Comenzó entonces un labertinto burocrático para determinar si el joven era mayor o menor de edad. Lo cierto es que acabó durmiendo en la calle, junto a la Biblioteca Municipal del Salón.
Por fin es declarado 'niño' e ingresa en un centro de protección de la Alpujarra, donde inicia la ESO, unos estudios que culmina en el Instituto Padre Suárez de la capital. Ya cumplidos los 18 termina el grado medio de Mecánica y actualmente está realizando las prácticas.
Habla en 'granaíno' como si fuera del Albaicín, destaca Carmen Casquero, responsable del programa de acogida humanitaria del Movimiento por la Paz. Y regatea los obstáculos mejor que Ansu Fati a sus adversarios en el césped.
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Martin Ruiz Egaña y Javier Bienzobas (gráficos)
Inés Gallastegui | Granada
David S. Olabarri y Lidia Carvajal
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