Amailia y Alejandro besan a su perra 'Mis Tetas', durante un paseo navideño por el Campo del Príncipe de Granada.Alfredo Aguilar
El chiste más malo de la historia le cambia la vida a 'Mis Tetas', una perra abandonada que vive en Granada con sus nuevos amos
El Club de las Pequeñas Cosas ·
Hace doce años y de madrugada, alguna persona desaprensiva abandonó a la mascota de Amalia y Alejandro en su jardín de Cájar. La pareja la adoptó y la bautizó con este original nombre
Que levante la mano el que no haya escuchado, contado o se haya al menos sonreído con el chiste del perro 'Mis Tetas'. A los niños del 'Baby Boom' nos recuerda a merienda de galletas con chocolate y a fines de semana jugando a la pelota en el descampao, con las rodillas echas mixtos de tanto caernos y levantarnos.
El chiste del perro 'Mis Tetas' es igual el más viejo que nos contaron en aquél tiemp,o que ya era un poco verde, subidito de tono, erótico-festivo. También es probablemente el chiste más malo de la historia. Pero quizá por este carácter original y el consenso sobre su contenido -que es un chsite malo malísimo y que es el primer chiste verdulesco que llegó hasta nuestros tiernos oídos-, ha superado la barrera del tiempo y ha llegado vivito y coleando hasta nuestros días.
El chiste, en su presentación original, refiere el siguiente hecho que pretende ser gracioso y es una perogrullada sin un atisbo de picante pero con altas dosis de inocencia mal entendida: «Una mujer pasea a su perro, llamado 'Mis Tetas'. Durante el paseo, el perro se escapa y se pierde. La mujer lo busca sin suerte hasta que encuentra a un policía. Y le pregunta: 'Disculpe agente, ¿ha visto usted a 'Mis tetas'?. A lo que el policía responde: «No, pero me gustaría verlas».
Y con este argumento tan sosainas, el chiste del perro 'Mis Tetas' ha llegado hasta nuestros días. Como en el vídeo de Faemino y Cansado, dos humoristas tremendos, lisérgicos y oníricos, el público se parte de risa cuando lo escucha. Eso sí, cuando lo escucha y está bien contado.
De la televisión de la década de los noventa del siglo pasado como canal a las redes sociales como nuevo medio de comunicación rompedor del siglo XXI, es famoso el tuit que enviaron los cachondos de El Mundo Today en el que perjuraban -hay que recordar que en este medio de comunicación todo lo que se publica es diviertido pero completamente falso-, que por fin habían encontrado al perro 'Mistetas'.
Con el habitual tono burlesco y completamente falso, El Mundo Today publicaba hace dos años: «Tras denunciarse su desaparición hace casi cuarenta años, el perro 'Mistetas' ha aparecido esta mañana en un descampado de la localidad de Arcos de la Frontera, en la provincia de Cádiz, con síntomas de malnutrición y arrastrando los pechos por el suelo».
La perrilla 'Mis Tetas' lleva ya doce años con Amalia y Alejandro.
Alfredo Aguilar
Pero 'Mis Tetas' vive en Granada
Pero 'Mis Tetas' vive en Granada. Es una perrilla de raza infinita que apareció hace ya doce años. Ocurrió en Cájar en verano, cuando la pareja formada por Alejandro y Amalia celebraban el cumpleaños de esta última. «Era de madrugada. Escuchamos como un llanto y salimos al jardín a ver qué pasaba».
Fue entonces cuando se dieron de bruces con una cachorrilla recién destetada que lloraba. «Algún desaprensivo quiso librarse de ella y nos la tiró por encima de la verja de nuestra casa». Se quedaron de piedra. Era como un regalo inesperado en el cumpleaños de Amalia. El problema es que ya tenían una mascota, y dos iban a ser demasiadas. Pero no pudieron resisitir al encanto de una cachorroa que gemía. Y se la quedaron.
«Tan solo nos pusimos como condición que se llamara 'Mis Tetas'», explica hoy Alejandro. Y desde entonces, la perra 'Mis Tetas' ha vivido con ellos durante doce años. Y han protagonizado mil anécdotas. «Imagínate cuando viene algún guiri y nos pregunta qué significa 'Mis Tetas' y por qué le hemos puesto un nombre tan extraño», cuenta Amalia, que responde que hay que traducirle primero el nombre, por ejemplo al inglés, y luego contarle el chiste y su historia.
«O cuando vas por la calle y le llamas por su nombre: «¡'Mis Tetas'! ¡'Mis Tetaaaaassssss'! Y toda la gente vuelve la cabeza a preguntarse que pasa. O los chiquillos de Cájar, y ahora del Realejo en Granada, que le gritan por su nombre y te partes de risa», cuenta Alejandro. Un Alejandro Casasola, fiel seguidor de los tebeos, que ha desarrollado este particular sentido del humor y del pudor que le ha permitido tener probablemente a la primera perra de este país que porte con orgullo el nombre de 'Mis Tetas'.
Una perra abandonada y sin futuro que lleva doce años recibiendo el cariño de Amalia y Alejandro. «Eso sí, terminan los dos, imagínate la cara que se le queda al veterinario cuando vamos a que le curen cualquier cosa que pueda tener».
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