![Crisis en las discotecas y pubs de Granada: «Si nos cierran no volveremos a abrir nunca más»](https://s2.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202007/24/media/cortadas/aliatar-kbRF-U110887685133MZG-1248x770@Ideal.jpg)
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Vistas las actuales circunstancias, cada fin de semana que los locales de ocio nocturno se mantienen abiertos representa casi una victoria para sus propietarios. Saben lo que les espera;que el foco se ha situado sobre el sector y que la presión ambiental juega en ... su contra. Otra vez. La amenaza de un nuevo cierre acecha y el miedo ha vuelto a las barras y pistas de baile. En Granada dependen de esta actividad alrededor de 600 puestos de trabajo, 400 de ellos directos. Además, sirven de complemento a la oferta turística que ofrece una provincia que está sufriendo como todas la debilidad del turismo en las actuales circunstancias.
Entre los empresarios del sector de ocio nocturno en Granada hay mucho enfado pues creen que se está «estigmatizando» su actividad. Comparte los sentimientos que ya han expresado sus homólogos en otros puntos de Andalucía, donde incluso en Málaga ya han anunciado que irán a los tribunales si la Junta decide obligarles a cerrar. Las declaraciones de ayer del presidente de la Junta no han hecho más que caldear el ambiente.
En Granada capital se mantienen solo abiertas media docena de discotecas. Entre ellas Aliatar, que depende del Grupo Gastrodis. Su gerente, Bubi Moreno-Dávila, recuerda el peso del sector en la economía granadina. Y es claro ante la hipótesis de un nuevo cierre: «Si nos cierran otra vez, la mitad de los negocios no volverán abrir nunca más», señaló este empresario, que le pidió a la Junta «responsabilidad».
En los últimos días, el sector andaluz ha venido llevando a cabo una campaña para intentar minimizar los efectos de los últimos acontecimientos. Discotecas granadinas como Sala Tren o Backstage han publicado un manifiesto en el que acusan a las autoridades sanitarias de estar «demonizando» a un sector al que se está, según dicen, «culpando de la mayoría de brotes que hay». Una cuestión que rechazan de plano pues recuerdan que se han visto aglomeraciones públicas en toda España. «Pero al parecer si es de día parece que el virus no existiera», se puede leer en el escrito, en el que recuerdan el ocio «ordenado» y «controlado» que ofrecen.
Algunas de las consideraciones que trasladan es que va a seguir habiendo fiestas aunque no estén los locales de ocio nocturno, por lo que alertan de que su cierre multiplicaría los 'botellones' o las celebraciones ilegales y masivas en casas. Y sin control, no como en unos locales que ven injusto que no se les trate como a otros negocios. «Si en un bar hay un rebrote, se cierra, se desinfecta y se vuelve a abrir, pero nadie se plantea cerrar todos los bares», señalan en el comunicado, que avisan de que «hay muchas familias» que viven de las discotecas y pubs.
Los municipios del litoral mantienen que las nuevas restricciones que se plantea aplicar el Gobierno andaluz no afectarán a la mayoría de establecimientos de ocio nocturno de la Costa, que disponen de terraza. En Almuñécar, los bares de copas del paseo del Altillo, a excepción de la discoteca Big Bang, cuentan con mesas al aire libre y han inhabilitado el interior de los locales para evitar que los jóvenes bailen en las pistas. «Los negocios nocturnos ya habíamos limitado el horario en Almuñécar y, tras mantener una reunión con el Consistorio, adelantamos el cierre hasta una hora antes de lo habitual», explica Juanma Aneas, propietario de tres de los ocho locales nocturnos del paseo.
«Anulamos los interiores, acordonamos las terrazas y suprimimos parte del espacio de las barras que hay dispuestas en la vía pública para evitar aglomeraciones, además los clientes van a la mesa acompañados por los vigilantes de seguridad», manifiesta Aneas. Los empresarios esperan que las limitaciones no tengan una gran repercusión en sus ingresos, ya mermados por la reducción de aforo. Desde el inicio del verano han percibido de media cerca de un 40% menos de facturación con respecto al mismo periodo del año pasado. «En los fines de semana de un verano ordinario atendíamos hasta mil clientes al día, pero ahora recibimos 200 y hemos tenido que hacer una gran inversión en personal de seguridad y medidas sanitarias», lamentan.
Los negocios afectados se han acogido a las ayudas de la administración local, que ha permitido ampliar el aforo de las terrazas hasta el 50%. Por su parte, el propietario de la discoteca Big Bang, Sam Duggan, teme el cierre. «No sabemos qué va a pasar. El verano es nuestra temporada alta y el resto del año nos mantenemos, si nos vemos obligados a cerrar en agosto nos quedamos sin gran parte de nuestros fondos y tendremos que echar el cierre», señala.
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