Cinco agresiones en menos de dos meses a personal vinculado con centros sanitarios de Granada

Los trabajadores de la comunidad terapéutica sur de salud mental, ubicada en el antiguo hospital Clínico de Granada, y un vigilante jurado de este centro han sufrido cuatro agresiones entre los meses de julio y agosto, según han informado fuentes sanitarias y sindicales consultadas. La última data del pasado 27 de agosto, cuando un vigilante de seguridad del viejo Clínico, lugar donde está ubicada esta comunidad, fue víctima del ataque de un paciente. Este mismo usuario, en el mes de julio, ya había propinado un fuerte puñetazo a un celador del centro que aún sigue de baja debido a las heridas sufridas. Hay otra paciente del establecimiento sanitario que abofeteó a dos enfermeros en días distintos, entre julio y agosto. En total, cuatro agresiones en menos de dos meses. A ellas habría que sumar la que sufrió un médico del servicio de urgencias del centro de salud de la Chana el pasado viernes 2 de septiembre.

El sindicato CC OO ha vuelto a denunciar la nueva agresión al vigilante de seguridad del viejo Clínico que acudió a la comunidad terapéutica tras ser avisado de que se había producido un episodio de violencia.

Este sindicato también denunció la pasada semana la agresión sufrida por un médico en el centro de salud de La Chana durante el servicio de urgencias, tras lo que tuvo lugar una concentración de condena con directivos y personal sanitario. El sindicato ha condenado este tipo de agresiones y ha reclamado a la Junta «un incremento urgente de la seguridad en los centros hospitalarios» y de salud para «cuidar tanto a sus trabajadores» como a las personas usuarias.

Conforme a lo que ha explicado el responsable de Seguridad Privada de CC OO Granada, Antonio Sánchez Camacho, la situación que vienen padeciendo los vigilantes de seguridad en los centros hospitalarios de la provincia «se encuentra al límite debido a la falta de personal existente en estos momentos».

Desde las autoridades sanitarias, según explicó el responsable sindical, «se ha favorecido la contratación de personal auxiliar», con la finalidad de «ahorrar costes, ya que estos trabajadores soportan peores condiciones laborales y entre sus funciones no se encuentran las propias del personal de seguridad a nivel de intervención».

En otros casos, la función de vigilancia recae sobre «sistemas automatizados que de poco sirven si no cuentan con un personal de apoyo con capacidad de intervención que solvente los problemas detectados».

En este contexto, «han sido los trabajadores de seguridad de estos centros los que nos han alertado de la escalada de incidentes que han producido el incremento de las intervenciones de los vigilantes y los requerimientos de estos a las Fuerzas de Seguridad del Estado, al estar desbordados», concluyó Sánchez Camacho.

Las cinco agresiones a las que se hace referencia en esta información han sido denunciadas en sede judicial. De las cinco, cuatro de ellas han ido dirigidas contra personal sanitario que está considerado autoridad pública, por lo que el agresor se enfrenta a penas de cárcel por el delito de atentado contra la autoridad pública.

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