Rutas en Granada
Cinco bosques para disfrutar del otoño y perderse un fin de semana en GranadaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Rutas en Granada
Cinco bosques para disfrutar del otoño y perderse un fin de semana en GranadaC. Álvarez
Jueves, 21 de noviembre 2024, 00:35
Otoño avanza en la provincia de Granada inmerso en temperaturas suaves que, por jornadas, más se asemejan a la primavera que a la estación previa al invierno y al frío. El color de la vegetación y este ambiente agradable hacen que esta sea una época perfecta para disfrutar de la naturaleza y la provincia de Granada ofrece múltiples opciones. En esta ocasión, precisamente por la belleza de los colores, nos adentramos en algunos de los bosques que se presentan como alternativa para una ruta de fin de semana. Algunos a un paso de la capital y otros un poco más lejos, pero igual de atractivos.
Granada
No por ser más conocido o estar dentro de la ciudad pierde un ápice de atractivo. El bosque de la Alhambra supone dejar atrás el ruido y el estrés de la ciudad en apenas unos minutos. Una opción para disfrutar de un paseo agradable rodeados de vegetación y de historia. El bosque de la Alhambra, conocido también como bosque de San Pedro, es una arboleda cultivada, situada en la ladera norte del recinto amurallado de la Alhambra.
Tiene una extensión total de 4,2 hectáreas. Se trata de un bosque cerrado y umbrío abrazado en su totalidad por una cerca (tapia) y por la muralla norte de la Alhambra. Actualmente se compone de una gran variedad arbórea, concretamente 21 especies diferentes que configuran los más de 1.000 árboles que se pueden encontrar en este espacio natural. Entre esta gran diversidad, destaca por encima de todos el almez (Celtis australis L.), el cual representa el 66% de la masa total. Otras especies de gran interés son: aligustres (Ligustrum lucidumW.T.Aiton), almendros (Prunus dulcis (Mill.) D.A.Webb.), fresnos (Fraxinus angustifoliaVahl), laureles (Laurus nobilis L.), olmos (Ulmus carpinifoliaGled.), falsas acacias (Robinia pseudoacacia L.), árboles del amor (Cercis siliquiastrum L.) o cipreses (Cupressus sempervirens L.).
Granada
El Camino del Avellano ha sido más noticia en los últimos años por los problemas con los okupas que por ser un espacio perfecto para perderse a un paso de Granada, pero conserva pese a todo el encanto que le ha conferido este enclave maravilloso. Situado en la ribera izquierda del Darro, se trata de un paraje salpicado de sauces, almeces, olmos y zarzamoras que esconde mucha historia en su recorrido.
Ofrece sombra permanente para ser alternativa todo el año pero ahora gana enteros por sus colores ocres y amarillentos otoñales mientras observa la Abadía del Sacromonte y se mantiene como enlace con los palacios nazaríes. El camino parte del Paseo de los Tristes y una vez que se cruza el Darro por el puente del Aljibillo, el del Rey Chico, a la izquierda, asciende el Camino del Avellano. Una vez superada la subida, se hace llano y cómodo para disfrutar de una de las mejores vistas de la ciudad.
Parte imprescindible del recorrido debe estar en alcanzar la Fuente del Avellano y comprender lo que esta ha vivido a lo largo de los siglos para comprender mejor la historia de Granada.
Lugros
La denominación de 'bosque encantado' ya le ofrece ese halo de misterio necesario para despertar la curiosidad del visitante. Ubicado en las laderas y barrancos de la Dehesa del Camarate, en Lugros, en la estribación de la cara norte de Sierra Nevada, se halla una de las arboledas mediterráneas mejor conservadas de Andalucía. Un paisaje único que cobra vida en otoño.
En este bosque se alternan cerezos, robles y arces con denominación de origen 'granadina' (acer opalus granatense) para llenar la paleta de colores de amarillos y tonos terrosos. Un paisaje único en el sureste de España que está conformado por terrenos públicos y privados donde las vacas adquieren su propio protagonismo durante el recorrido.
El horcajo del Camarate, donde confluyen dos arroyos, es un bosque caduficifolio que hay que recorrer a pie a través de la pista forestal que se inicia a cuatro kilómetros de la carretera de Lugros, junto al cauce del río Alhama, cuyo curso desciende rodeado de sauces, fresnos, álamos y arbustos de ribera. La antigua ermita, levantada en el siglo XIX, marca el punto de partida de la ruta.
¿Por qué el bosque encantado? Según la tradición oral de Lugros, en esta zona se adentraron un padre y su hijo pequeño. El niño nunca volvió y aún vaga entre las umbrías, donde es posible oír su llanto, según dicen. Hay quienes aseguran haber oído al pequeño.
Jérez del Marquesado
El norte de la provincia de Granada ofrece múltiples opciones relacionadas con la naturaleza. El Geoparque es una de ellas, pero también existen bosques con suficiente atractivo para convertirse en un plan perfecto de fin de semana. Uno de ellos se encuentra en el entorno de Jérez del Marquesado. Un lugar idóneo para visitar durante el otoño por sus peculiares características y por la existencia de un castañar cuyos colores ocres y rojizos dibujan una estampa otoñal digna perfecta para los meses de octubre y noviembre.
La mejorana, junto con el castaño, constituye la flora más común en el entorno de Jérez del Marquesado, aunque también se aprecian árboles como el durillo, la mimbre, el tomillo, el rosal silvestre o la madreselva, conformando un paisaje pintoresco en el que conviven cabras monteses, jabalíes, mirlos e incluso toros bravos.
Existen distintos senderos que transcurren por Jérez del Marquesado, aunque en esta ocasión optamos por realizar un recorrido junto al arroyo de Alcázar y el castañar, para un fin de semana en el que multitud de municipios granadinos se preparan para celebrar la tradicional fiesta de la castaña, el próximo 30 de octubre.
Huéscar
Un paisaje típico del parque nacional californiano de Yosemite sin salir de la provincia de Granada. La secuoya gana protagonistmo en la zona norte, dentro de La Sagra. Se encuentran en una hacienda particular, en la finca de La Losa, en la carretera que une Huéscar con la A-317 (vía que lleva desde la Puebla de Don Fadrique a Santiago de la Espada, en Jaén). Una rareza que crece aquí desde hace unos 170 años. Y es que la secuoya es una especie de origen californiano que habita principalmente en el Parque Nacional de Yosemite, en las montañas de Sierra Nevada de California, curiosamente.
Este bosquete alberga unos árboles cuyo ejemplares más altos en su versión americana llegan a medir más de 100 metros. Los oscenses son jóvenes en relación a los californianos, pero alcanzan en algunos casos los 70 metros de altura.
Pero las secuoyas no son el único atractivo de La Sagra. A unos 20 kilómetros de La Losa se encuentra el pantano de San Clemente, que fue creado en 1990 sobre el pueblo del mismo nombre. El paisaje que la rodea es de contrastes muy marcados, pasando de una vegetación casi esteparia en algunas zonas a notables bosques de pinos y encinas. Está formada por 70.000 hectáreas de espacio generoso en fauna (sobre todo aves), flora (con similitudes con la de algunas montañas del Atlas marroquí) y variedad paisajística
Publicidad
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.