Cincuenta denuncias en la rave de Granada que impidió a varios vecinos llegar a sus huertos

La primera intervención de la Policía Local se produjo alrededor de las cinco de la madrugada de este pasado sábado 16 de noviembre. A esa hora, unas 300 personas se congregaban en las inmediaciones de una sala de fiestas situada junto a Bobadilla, un plácido barrio con un paisaje rural. La llegada de varias patrullas causó una estampida, lo que no impidió que unos cuantos rezagados fueran denunciados: 37 por beber alcohol en grupo y otros ocho, por tenencia de estupefacientes.

Pese a la redada, unos cincuenta irreductibles decidieron proseguir la juerga junto a los restos del Hipergranada, el primer establecimiento de estas características que hubo en la ciudad, pero que fue clausurado por no contar con licencia y haber sido proyectado en terreno agrícola en 1975. Con el paso del tiempo, el lugar se convirtió e una zona de botellones y en una pista de derrapajes para los vehículos tuneados, una 'costumbre' todavía perdura.

La prueba fue lo que ocurrió el sábado. Eran ya las ocho de la mañana y la rave 'nómada' impidió que varios vecinos pudieran llegar hasta sus huertos.

Instantes después, la Policía Local volvía a desplegarse para 'sofocar' la continuación de la farra. Seis de los asistentes fueron denunciados por consumo de drogas y otro fue detenido por estar, presuntamente, en posesión de varias dosis de cocaína y éxtasis que pretendía distribuir entre los participantes en la fiesta.