Francisca Molina, profesional del Clínico, es referente en cirugía fetal. Pepe Marín

«Montamos la unidad de cirugía fetal en Granada desde cero»

Francisca Molina, cirujana ·

Se formó en Londres con los mejores especialistas y volvió para ponerlo en práctica hace ya 15 años

Laura Velasco

Granada

Lunes, 7 de marzo 2022, 17:57

Cuando Francisca Molina (Torreperogil, Jaén, 1975) era una niña, jamás hubiera pensado que llegaría a ser cirujana. Se crió en un pueblo pequeño, sus padres no tenían estudios y tampoco tenía una vocación clara. «Nadie lo hubiera pensado, pero me dejé llevar. El límite era ... yo misma», asegura. Y llegó más lejos de lo que soñó. Tras especializarse en Ginecología y Obstetricia, realizó una tesis doctoral que la obligaba a realizar una estancia europea. Acabó en Londres, en un hospital pionero en operar bebés antes de que nazcan. Y fue un flechazo. Se formó durante tres años y, en lugar de quedarse allí a trabajar, volvió a la capital nazarí para poner en práctica lo aprendido.

Publicidad

Granada fue la segunda ciudad de España, solo por detrás de Barcelona, en realizar este tipo de cirugías. Primero creó la unidad en el Hospital Virgen de las Nieves y posteriormente en el Hospital Clínico San Cecilio, donde trabaja en la actualidad. Desde aquellos comienzos han pasado ya 15 años. Ahora, su equipo está mayoritariamente formado por mujeres. «Atendemos complicaciones en el feto, los curamos antes de que nazcan como si fueran pacientes. A veces son intervenciones paliativas y se completan cuando nacen, pero son definitivas para que puedan vivir», explica la sanitaria.

«Donde más noto que las ratios no son similares es en especialidades como neurocirugía o cardiología. Y, sobre todo, en los puestos de dirección. Yo nunca quise llegar a ellos, si lo hubiera querido no sé si hubiese notado esa dificultad»

Así, actúan en cualquier mes de gestación para realizar múltiples operaciones. Entre las más comunes están las transfusiones de sangre, que se realizan a través del cordón umbilical o incluso directamente en el corazón; la implantación de tubos de drenaje en la vejiga o los pulmones; o la operación de la placenta con láser. Esta última se realiza en algunos casos de gemelos idénticos que la comparten pese a estar cada uno en su bolsa. «Separamos las conexiones de la placenta que hacen que pase la sangre de un bebé a otro», añade.

Su trabajo requiere tanta precisión como empatía. De hecho, para Francisca lo mejor es colaborar con los padres en un momento tan trascendental. Lo peor, sin duda, que la mortalidad en estos casos es alta, del 30%. «Depositan toda la confianza en nosotros», recalca.

«Yo quería tener un equipo con los mismos conocimientos que yo para que, cuando me vaya de vacaciones o me ausente por cualquier motivo, saber que todo va a estar perfecto»

Su implicación es máxima, tanto que trabajó durante todo su embarazo y se dio de baja dos días antes de dar a luz. Y siguió muy vinculada a la unidad durante su baja por maternidad. No es para menos: ha puesto mucho esfuerzo y tiempo en crearla y formar a profesionales. «La montamos desde cero, porque la especialidad no existía. Yo quería tener un equipo con los mismos conocimientos que yo para que, cuando me vaya de vacaciones o me ausente por cualquier motivo, saber que todo va a estar perfecto», manifiesta. Y lo logrado: el equipo es de una calidad exquisita.

Publicidad

Ratios más igualadas

Por ser mujer Francisca cree que no ha tenido más dificultades. De hecho, si nota que pueden tomarla menos en serio en algún contexto es por ser andaluza, por ese inexplicable tabú que aún sigue vigente. Además, nota cada vez más equiparado el número de hombres y mujeres en la cirugía en general. «Donde más noto que las ratios no son similares es en especialidades como neurocirugía o cardiología. Y, sobre todo, en los puestos de dirección. Yo nunca quise llegar a ellos, si lo hubiera querido no sé si hubiese notado esa dificultad», asegura. En cualquier caso, siempre se ha sentido reconocida.

Francisca sigue aprendiendo y emocionándose en su trabajo, e implicándose a más no poder. Ella es todo corazón: «Si estando embarazada me avisaban de un caso muy fuerte y sabía que si no lo hacía moriría el feto, ¿cómo no iba a ir?», expone. Todo un referente en cirugía fetal que ha creado escuela en Granada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad