6 restaurantes chinos y 4 'shawarmas' de Granada

Clausurados diez locales y decomisados 3.000 kilos de comida en mal estado en calle Elvira

El objetivo era registrar un total de trece establecimientos de la zona considerados «de riesgo» desde el ámbito policial y de seguridad alimentaria, según los datos previamente registrados por los servicios de Salud y Medio Ambiente. En la operación, que arrancó sobre las nueve de la noche y se alargó hasta las cuatro de la madrugada, participaron tres equipos de actuación formados por cinco policías locales y un inspector veterinario, y dos de apoyo, de dos efectivos cada uno.

Tras la inspección policial y medioambiental por parte de los agentes municipales, los inspectores veterinarios procedieron a analizar las condiciones sanitarias. ¿La conclusión? Seis restaurantes chinos y cuatros 'shawarmas' incumplían la normativa. Los agentes decomisaron un total de 2.980 kilos de comida caducada o en mal estado, en condiciones no aptas para el consumo humano. Además, las cocinas, los almacenes, las paredes y los frigoríficos, entre otros espacios, se encontraban en «muy malas condiciones de higiene y de limpieza».

Por estos motivos, desde el consistorio se propuso el cese inmediato de su actividad, por considerarse «un riesgo grave para la salud pública de los consumidores», según informó a IDEAL la jefa de Servicio de Salud Pública, María Luisa de la Torre. Así, de los trece negocios registrados, diez se vieron obligados a cerrar inmediatamente, dos ('shawarmas'), presentaron deficiencias, pero pudieron continuar abiertos, y uno (café-bar), aprobó el examen sin demasiadas complicaciones. Los clausurados solo podrán abrir de nuevo sus puertas al público cuando demuestren el cumplimiento de la normativa.

Ante esta coyuntura, el concejal de Mantenimiento, Medio Ambiente y Educación del Ayuntamiento de Granada, Jacobo Calvo, compartió con este periódico su «orgullo» por un área de Salud que trabaja «con rigurosidad». «Granada destaca por su oferta gastronómica y tenemos que ocuparnos y preocuparnos de que los niveles de calidad sean de excelencia. Por eso, se llevan a cabo este tipo de inspecciones, convenientemente planificadas y organizadas», apuntó.

Por lo general, en estas actuaciones conjuntas -que requieren un alto nivel de coordinación entre la Unidad Ambiental de la Policía Local y el área municipal de Medio Ambiente-, se comprueba el estado de conservación de los alimentos en estos establecimientos, las condiciones de salubridad de los locales y muchos otros aspectos que para cualquiera pasarían desapercibidos. Los agentes y los inspectores se fijan hasta en el más mínimo detalle y hacen un análisis minucioso de la cocina y de los almacenes interiores. Según Calvo, «debemos sentirnos tranquilos y seguros de este nivel de eficacia».