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El pabellón tiene pendiente una reforma para la que buscan fondos. Ramón L. Pérez
De la cocina de las ilusiones al pabellón de las igualdades

Ciudad de los Niños de Granada

De la cocina de las ilusiones al pabellón de las igualdades

Se abre a todo tipo de colaboraciones para mantener vivo su proyecto donde la última es un nuevo hogar y la próxima quiere ser el polideportivo cubierto

Sábado, 14 de diciembre 2024, 23:52

El noviciado de la Ciudad de los Niños se llama así porque antes los hermanos de la orden vivían aquí para prepararse para ser ordenados sacerdotes. Ahora es la vivienda del programa de emancipación para los mayores de 18 años. Los chicos de este programa vienen de Protección de Menores, «y les seguimos ayudando en este comienzo de su vida adulta, con orientación laboral, emocional. Básicamente trabajamos todas las partes de su vida en las que podemos apoyarles». Algunos voluntarios del Cuerpo Europeo de Solidaridad, un programa de la Unión Europea, les ayudan con clases particulares.

En este proyecto de convivencia la cocina comunitaria es un elemento esencial. La cocina estaba antes de pena. Era mucho más pequeña, los chicos no cabían para cocinar a la vez. Era muy vieja, obsoleta, no había taquillas para guardar los alimentos. Ahora hay dos frigos y un congelador gigante. También hay un espacio organizado para comer todos juntos, algo esencial, porque antes también había mesas pero al estar apartadas nadie las utilizaba.

Así, ahora comen todo juntos, cocinan juntos y con vistas a Sierra Nevada. Comparten y aprenden. Tienen una zona bonita y espaciosa para estar juntos y se cumplen los objetivos del programa desarrollado en la Ciudad de los Niños.

«Acompañamos, apoyamos y orientamos a niños y jóvenes desde los tres años hasta a la edad adulta para mejorar sus condiciones de futuro»

Marta Rodríguez Solís

Directora de la Ciudad de los Niños

El proyecto se materializa a través de la empresa granadina de construcción Fortress-Dávila Restauración de Monumentos, que han donado todos los muebles de cocina –tres vitrocerámicas con sus campanas, los frigoríficos y el congelador, la zona del fregadero y todos los muebles, armarios, cajoneras y taquillas–.

Un resultado feliz

Ha sido la empresa granadina de construcción Fortress-Dávila, con su arquitecto, los que han concebido el diseño de la reforma. «Han trabajado todos los días con nosotros durante el verano. Han traído a profesionales como electricistas que también han donado su trabajo y materiales y han levantado la nueva cocina. La mano de obra sí ha sido de mantenimiento de la Ciudad de los Niños. Todo lo demás, gracias a ellos».

Ha sido reformada y es el corazón del proyecto de emancipación. Ramón L. Pérez

El resultado es que tres meses después de la inauguración los usuarios están encantados y reconocen el valor del esfuerzo de la empresa granadina. «Esta cocina será de gran ayuda para el esfuerzo que hacemos aquí para tener una vida mejor y para nuestro futuro. Es un apoyo importante para jóvenes como nosotros y otros que vendrán, que venimos desde fuera en busca de una vida mejor, esforzándonos por encontrar grandes oportunidades. Gracias por ayudarnos cuando hacía falta en este camino», aseguran los jóvenes.

«Damos flexibilidada las empresas para colaborar con la Ciudadde los Niños de la manera que puedan»

Celia Jiménez

Responsable de Fundraising

Otro ejemplo es la satisfacción de los chicos ya emancipados que vinieron el día de la inauguración. «Se sintieron felices al ver cómo había quedado la cocina, porque saben perfectamente la importancia que tiene en el proyecto». Un plan de futuro, que ahora utilizan cinco chavales y que heredarán todos los que vengan en los próximos cursos. Es lo que llaman «la cocina de las ilusiones».

La Ciudad de los Niños es un proyecto con muchos adjetivos. Es compensatorio «porque cubrimos las necesidades económicas sociales o emocionales». Es integral «porque acompañamos, apoyamos y orientamos a niños y jóvenes desde los tres años hasta al edad adulta, para mejorar sus condiciones de futuro». Con esta idea de en la mano, maravillosa, resulta que hay que abrir la puerta del pabellón a empujones. La pintura azul está descascarillada y en el interior reina el olor a moho. No pasa nada, cuando irrumpen los alumnos de tercer ciclo de Primaria, parece el Santiago Bernabéu.

Lluvia y charcos

Pero los días de lluvia no pueden utilizarlo. La lluvia se filtra por las cubiertas del tejado, la pista se encharca, se resbalan. Así que el gran proyecto que encaran ahora es el arreglo de todo el polideportivo, para lo que necesitan 50.000 euros que es lo que han presupuestado, y la ayuda de todo aquél que se preste.

El pabellón no es solo un lugar para el deporte. «Los niños y los jóvenes realizan muchísimas actividades y donde se trabaja en otro montón de valores. El trabajo en equipo, la cooperación, el compañerismo, los hábitos saludables, uso correcto del tiempo de ocio. Para todos nosotros es el pabellón de las igualdades».

El proyecto de la Ciudad de los Niños sigue en marcha. Buscan fondos para crear ilusiones y luchar por las igualdades. Un destino hacia un buen futuro. Por todo ello, se han abierto a todo tipo de colaboraciones. «Buscamos empresas que colaboren en muchos aspectos, con donaciones materiales, económicas o de actividades para los niños y los jóvenes. Damos flexibilidad a las empresas para colaborar con nosotros de la manera que puedan».

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