¿Qué es el coeficiente reductor que reclaman los transportistas en su huelga?

Pero, ¿en qué consiste ese coeficiente reductor? Para entenderlo, hay que fijar la vista en 2011, cuando se alcanzó el conocido como Pacto de Toledo que definía qué profesiones eran consideradas de riesgo. En aquel momento se determinó que labores como la de piloto de aviones, ferroviario o policía local tenían una serie de condicionantes que debían ser tenidas en cuenta a la hora de determinar la fecha en la que los trabajadores podían jubilarse.

Se entendía que un agente, por ejemplo, no podía realizar las tareas encomendadas a determinadas edades debido, entre otras razones, a las dificultades físicas del servicio. Como parte de ese acuerdo, se aplicó a los trabajadores de los sectores considerados de riesgo el coeficiente reductor, una cláusula que adelantaba la jubilación un porcentaje de tiempo por cada año trabajado.

Lo que reclaman ahora los transportistas, entre los que se incluyen tanto el transporte de viajeros urbano, el de escolares, el interurbano o el metropolitano, es que su profesión se incluya también entre las consideradas de riesgo por las implicaciones físicas que tiene su labor sobre los conductores y las dificultades que supone la conducción de vehículos de pasajeros a determinadas edades. Así, en función del porcentaje del coeficiente que se negociara en cada convenio, los conductores podrían adelantar su jubilación un determinado plazo de tiempo por cada año trabajado.