El concesionario Peugeot de Granada, que ha estrenado sus nuevas instalaciones en esta segunda ola de la pandemia. PEPE MARÍN

Los concesionarios de Granada pierden el 31% de las ventas pero salvan los empleos

El sector lanza rebajas de hasta el 20% en un último esprint para paliar el destrozo de un año en el que se han matriculado 4.635 coches menos

Lunes, 21 de diciembre 2020, 00:14

El estallido de la crisis del coronavirus, que obligó a paralizar en seco y por decreto la actividad en el mes de marzo, se vivió con desconcierto y miedo en empresas con estructuras grandes como los concesionarios de vehículos de la provincia, que sostienen hasta ... 200 empleados. En aquellos momentos inéditos, Faconauto, la patronal que integra a los concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas, presidida a nivel nacional por el granadino Gerardo Pérez Jiménez, lanzó dos consignas. La primera mantener la calma «porque si el pánico cundía en todos los sectores económicos el desastre podía ser total» y la segunda, mantener el empleo.

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Nueve meses de pandemia después, los concesionarios granadinos pueden decir que al menos van a superar el año más negro para la economía con esos dos objetivos cumplidos. El sector que sostiene a 2.200 empleados en Granada, tuvo en ERTE al 35% de sus profesionales tanto en los meses de cierre obligado como en el parón de la segunda ola por las restricciones de la provincia, durante noviembre. Todos han vuelto al trabajo ya. «Estoy orgulloso del esfuerzo que han hecho todos los concesionarios para mantener el empleo», subraya Pérez Jiménez.

Y eso a pesar del agujero en el balance anual de cuentas que va a hacer una crisis que en Granada se traduce en una caída del 31% de las matriculaciones de vehículos particulares y de hasta el 39% en el canal de empresas, por encima de la media nacional de 28%, lo que da una idea de que el tejido empresarial granadino está más tocado.

Hasta el 15 de diciembre, de los concesionarios granadinos han salido 9.581 vehículos matriculados, 4.635 menos que en el mismo periodo del año anterior, según los datos de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (Faconauto). Durante la crisis financiera de 2008, que provocó una reestructuración del sector del automóvil, se llegó a acumular una caída de ventas del 75% a lo largo de cinco años. Pero jamás habían caído tanto de golpe las matriculaciones en un solo ejercicio. 2020, con ese 31% perdido, será por tanto también el peor año en desplome de ventas de coches en Granada.

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«Ha sido un año para olvidar en lo personal y en lo profesional, un año perdido, pero soy optimista, creo que el sector no va a necesitar una reestructuración como en la crisis de 2008», esgrime Luis Montes el director gerente de PSA Retail, concesionario oficial de Peugeot en Granada. Esa esperanza la basa en el buen comportamiento del mercado en los periodos 'entreolas'. Tras el cierre de primavera, las ventas repuntaron en verano. «El mercado se ha comportado mejor de lo esperado, teníamos muchos coches en stock, lanzamos descuentos y el cliente reaccionó y se aprovechó», apunta Montes.

Sin embargo, cuando se estaban reactivando, llegó la segunda ola y el mes de noviembre perdido por las restricciones en Granada, que han supuesto un mazazo importante para el sector. «Ha sido muy dura, no solo se paró la venta sino también la actividad en los talleres con el cierre perimetral», señala el gerente del concesionario oficial de Peugeot.

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De mudanza

A ellos, además, la segunda ola les coincidió con el traslado a las nuevas instalaciones de once mil metros cuadrados, el doble de las anteriores, inauguradas en la carretera de Málaga. Un comienzo con mal pie que esperan se quede sólo en una anécdota. Por lo pronto, han salido a comerse diciembre con las mejores ofertas del año y el 100% de la plantilla recuperada. También coincide en la dureza de esta segunda ola, Alejandro Castilla el gerente de Grupo Avanti Motors, que aúna los concesionarios Kia, Mazda y Mitsubishi en Granada. «En la primera estábamos todas las empresas cerradas igual, pero en esta segunda ha habido diferencias por provincias y ha sido más grave en el caso de Granada. Con las restricciones apenas podíamos llegar al 20% de clientes», resume.

Castilla destaca que en su caso está ayudando «el tirón de la marca», aunque como al resto del sector «nadie nos quita el daño de los cierres».

Otro de los efecto colateral de la crisis ha sido la reducción del stock de vehículos usados, ya que los concesionarios se nutren mucho de los coches que devuelven las empresas de vehículos de alquiler y que este año no han entrado, por lo que tienen una oferta más limitada.

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Pero eso sí, en vehículo nuevo lo tienen todo y en oferta. En esta recta final de año, los concesionarios granadinos están haciendo un esprint final para intentar remontar las ventas y están utilizando todas sus herramientas, ofertando los mayores descuentos del año.

El momento

Según explica Gerardo Pérez Jiménez, también presidente de Japemasa, que distribuye la marca Renault en Granada y Jaén, es una manera de movilizar la demanda del cliente que quiera adelantarse a la entrada en vigor del nuevo impuesto de matriculación que, a partir de enero, incrementará en un 5% el precio de todos los vehículos que no sean eléctricos.

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«Este mes brinda una oportunidad única. Para adelantarse a la subida del impuesto y por la presión de acabar el año lo mejor posible y cumplir objetivos los concesionarios están lanzando descuentos muy importantes de hasta el 20%», señala. Si se le suma el 5% del impuesto, comprar un coche de unos 20.000 euros puede ser hasta cinco mil euros más barato que en enero.

«Para el que tenga en mente comprarse un coche el momento es ahora. Tenemos en oferta casi todas las marcas y estamos un repunte de la demanda y mayor circulación en las exposiciones», concluye, en la misma línea, el gerente de Avanti Motors.

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Malestar del sector por el impuesto que subirá el 5% el precio de un coche

Sobre la recuperación del sector del automóvil pende una espada de Damocles que amenaza la salida de la crisis y viene a traer más incertidumbre justo en el peor momento. Se trata de la subida del impuesto de matriculación que entrará en vigor a partir de enero de 2021 y que ha suscitado el rechazo unánime del sector.

Las tres asociaciones que representan la fabricación, comercialización y distribución de vehículos en España, Anfac, Faconauto y Ganvam, han expresado su gran preocupación por el impacto de este impuesto, que viene a agravar la mala situación en la que se encuentran el mercado de vehículos en el último año, con una caída acumulada del 35% a nivel nacional.

Los coches que se vendan en 2021 verán incrementada su tributación en el momento de la compra por la entrada en funcionamiento de la normativa europea WLTP, que supone una nueva manera de medir las emisiones de CO2 y que impacta por tanto en el impuesto de matriculación, que se paga en función de estas emisiones. Más de la mitad de los modelos pasarán a pagar al menos un tramo del impuesto. La norma europea no busca incrementar la fiscalidad sino medir mejor las emisiones de los vehículos, pero en España, sí implica una subida del impuesto de los vehículos del 5%, según explican desde estas asociaciones. «Este efecto no se da en todos los países europeos, que no siempre tienen impuesto de matriculación, pero, en aquellos donde sí ocurriría, como Francia y Portugal, se han aprobado modificaciones para que el WLTP funcione sin subir los impuestos», añaden.

Nueva tabla

«Se miden las emisiones de forma diferente por lo que el 60% de los vehículos se quedará desposicionado. Desde la mesa de la Automoción hemos pedido al Gobierno al menos una moratoria, pero no hay manera», explica preocupado el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez Jiménez. «Teníamos la esperanza de que el mercado iba a crecer en 2021 e íbamos a vender 800.000 unidades, sin embargo con este impuesto calculamos que se van a perder 150.000 », añade.

Subir el precio de los vehículos un 5% tras un año tan malo de ventas, provocará sin duda un empeoramiento de la situación, «con el impacto consecuente tanto en el empleo como en la economía del país y en la cadena de valor de la automoción, un sector que supone el 11% del PIB y emplea al 9% de la población activa».

Las asociaciones que lo representan consideran necesarias medidas para facilitar la recuperación y reactivación y evitar este impacto. «Necesitamos que se corrija la subida del impuesto de matriculación antes del uno de enero para que la industria y el sector puedan trabajar y ser el impulsor de la economía española que siempre han sido y serán», concluye.

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