Sientes el rumor de un oscuro mar
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Duerme alrededor, la ciudad
Las sirenas lloran, cuídate
No te dejes atrapar
Pides escuchar tal o cual canción
Las guitarras hablan para ti
En cada concierto de Rock 'n' Roll o de música cantada con el alma,
las ... campanas doblan por Bon Scott, y por todos aquellos que luchan en primera línea contra la covid, por los que sufren, por las familias que lloran, por los que ya murieron.
La idea de la mítica canción de Barón Rojo de los años ochenta, que mencionaba al entonces recién fallecido cantante de AC/DC Bon Scott, rebotaba por las paredes blancas y sobre la loseta de la explanada del Hospital Virgen de las Nieves para cuando las principales voces de Granada se elevaran al cielo.
El lugar primero donde las notas se dirigirán desde el corazón. Y hacia la tierra, donde a pie de camilla, quirófano, víal o receta se fajan todos los sanitarios veteranos que cumplen un año de lucha contra el coronavirus. Desde la cirujana al conductor de ambulancia. Desde la médica especialista al enfermero.
'Concierto para ellos', se titula la canción. Y es exactamente el argumento principal de este macrorecital que se ha celebrado este viernes por la mañana en la explanada del Hospital Virgen de las Nieves para agradecer a sus profesionales la excelente y ardua labor que están prestando durante la pandemia de la covid19 desde hace ya más de un año.
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El homenaje ha consistido en un recital en el que al Coro Ciudad de Granada se han sumado profesionales del propio hospital y artistas de reconocido prestigio, dirigidos por el tenor granadino, José Manuel Zapata. Todos juntos han dedicadoun emotivo tema a todo el personal del hospital. Figuras como Mariola Cantarero, Diana Navarro y Marina Heredia han participado en esta actuación.
Todo se ha desarrollado con las mayores medidas de seguridad anti covid en la amplia explanada del Hospital General. Para evitar aglomeraciones, los sanitarios recibieron este detalle sinfónico desde las ventanas y balcones del Hospital General y Edificio de Gobierno.
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A las diez y media ha comenzado la música, la vida. También la esperanza. La letra de la canción sobre el poema del insuperable Mario Benedetti, 'Te quiero', ha sonado con estas palabras.
Estribillo. Coro:
«Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle, codo a codo,
somos mucho más que dos».
Diana Navarro, ha cantado la primera estrofa:
«Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos.
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Te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia».
Y ha comentado sobre este bello acto: «Es una emoción muy grande participar. Y por lo que significa la canción y por el acto en sí. Dar gracias a los sanitarios por todo lo que están haciendo por nosotros es verdaderamente emocionante después de todo lo que estamos viviendo».
Y ha añadido: «Son los que están en primera línea de guerra haciendo todo lo posible para que esto acabe». «Mis palabras favoritas son amor y gracias. Y hoy les damos las gracias».
José Manuel Zapata, tenor grandino, ha seguido a continuación:
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«Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada.
Te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro».
El tenor granadino ha comentado: «Siempre vengo a reenamorarme de mi ciudad, mi Graná». En sus palabras, ha recordado que poco después del 13 de marzo «hubo gente que salía a daros las gracias y poco después muchos músicos como Mariola, Diana y Marina salieron a sus balcones a regalar música. Lo que regalaba esa música era la esperanza de vuestro trabajo. Por eso hemos elegido el poema musicado de Mario Benedetti, que dice: 'En la calle codo a codo unidos somos más que dos'». «Sois nuestros guardaespaldas y dais esperanza, igual que la música», ha querido teerminar sus palabras de homenaje.
Luego ha cantado el coro la siguiente estrofa:
«Tu boca que es tuya y mía,
tu boca no se equivoca.
Te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía».
Tras el estribillo, cantado asimismo por el coro, se ha alzado la poderosa voz y el acento de la gran Marina Heredia:
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«Y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo,
porque sos pueblo te quiero».
Marina ha comentado: «Este acto es poner un pequeño granito de arena. Ojalá pudiéramos poner más y reconocer la labor de los sanitarios que tanto están haciendo nosotros. Y también, poner un punito de alegría en la pandemia».
Tras Marina Heredia, Mariola Cantarero, magnífica, ha cantado la última de las estrofas del bello poema de Mario Benedetti:
«Y porque amor no es aureola,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola».
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Mariola Cantareo ha querido expresar que «es un canto a la esperanza y a que todo se va a arreglar. Que el ser humano está por encima de todas las pandemias y todas las desgracias que últimamente nos suceden».
Por fin, el coro y las artistas invitadas han cerrado:
«Te quiero en mi paraíso,
es decir, que en mi país,
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso».
Ha llegado el momento final del estribillo, que ha repetido una frase que ya quedará para enmarcar para siempre en los corazones: «En la calle codo a codo somos mucho más que dos».
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María Ángeles García Rescalvo, directora del Hospital Virgen de las Nieves, tomó la palabra. Fue breve y emocionante su relato: «Gracias por el esfuerzo, el tesón, la constancia día y noche en todas esas horas frente a un virus que no nos va a doblegar porque estamos unidos y fuertes contra él. El reto consistían en cambiarnos a nosotros intentando ser los más fuertes». Citó a Charles Darwin, cómo no, la adaptación: «Sobreviven los más adaptables a los cambios. El virus nos ha hecho mejores. Por eso os decimos gracias y reconocemos el sacrificio realizado y todo lo enriquecedor de nuestro ser sanitario», ha terminado. También se agradeció la labor de dinamización realizada por Héctor Eliel Márquez.
Tomó también la palabra la viceconsejera de Salud, Catalina Garcçia Carrasco. «Me habéis emocionado. Lleváis un año entero luchando. La flor que nos habéis dado representa muy bien lo que habéis sido todo este año. Profesionales como la copa de un pino y esperanza, ilusión y ser vida para tantas personas que durante este año han sentido la soledad por esta pandemia».
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Codo con codo, dice la canción de Mario Benedetti. Y es exactamente así. En la otra esquina de la explanada, como quien no quiere la cosa, tres limpiadoras sentadas en el bordillo escuchaban a un compañero: «Me he venido a la explanada a las seis de la mañana a barrerla. No quería que quedara ni un solo guijarro».
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