Dos conductores de media cada día son imputados o detenidos en la provincia de Granada por cometer algún delito contra la seguridad vial: 720 en el año 2017, según los últimos datos disponibles en el anuario estadístico del Ministerio del Interior. Una cifra que no ... resulta baladí si se compara con la totalidad de personas arrestadas en 2017 por cometer un delito cuya cantidad ascendió a 9.602. La traducción de este cóctel de cifras resulta demasiado sencillo, uno de cada siete detenidos o investigados en Granada cometió un delito de tráfico en 2017, últimos datos disponibles.
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El delito más común o frecuente entre este importante número de denunciados es el consumo de alcohol o drogas al volante, sin olvidar que, en el caso de las bebidas alcohólicas, los excesos se convierten en delitos y no en faltas cuando sobrepasan los 0,60 miligramos de alcohol por cada litro de aire. El pasado año, Tráfico denunció a 1.720 por consumo de alcohol y 1.242 por drogas. Cada uno de ellos se enfrentó a penas de entre tres y seis meses de prisión o multa de seis a doce meses. También cabe la posibilidad de ser condenado a sesenta o noventa días de trabajos a favor de la comunidad y retirada del carné de conducir en un periodo de entre uno y cuatro años.
El otro delito más frecuente contra la seguridad vial es conducir sin permiso de circulación. La Guardia Civil de Tráfico denunció el pasado año a 229 personas sin puntos en el carné llevando un vehículo por alguna de las carreteras de la provincia.
En la prisión provincial de Granada, en estos momentos, hay 422 personas cumpliendo una condena tras haber cometido un delito contra la seguridad vial, sobre todo, los reincidentes en esta materia. Los datos reflejan cómo los presos por delitos de tráfico en Granada se han multiplicado por siete desde el año 2008, cuando sólo había 58 hasta 2018 con 422. Y estos datos hablan solo de quienes están entre rejas, porque hay más condenados que realizan trabajos en beneficio a la comunidad.
Este tipo de infracciones se castigan, tras la última reforma del Código Penal, con penas de prisión, trabajos en beneficio de la comunidad o multa. Lo habitual es que cuando se imponen condenas de prisión no superen los dos años. Por ello, no suelen llegar a ingresar. Ahora bien, buena parte de estos internos son reincidentes con lo que les resulta imposible evitar pisar la cárcel.
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Uno de los últimos ingresados en prisión por un delito contra la seguridad vial es el conductor kamikaze detenido la madrugada del 1 de enero junto a la calle Ganivet tras atropellar a dos personas, herir a un policía y circular en sentido contrario por las calles San Matías y Ganivet. Este individuo está acusado de un delito contra la seguridad vial con riesgo para la vida de las personas, atentado contra la autoridad tras herir a un policía nacional, lesiones -por el atropello de dos viandantes- y daños materiales al mobiliario urbano, según informaron fuentes judiciales consultadas por este periódico. El detenido conducía bajo los efectos del alcohol.
El conductor kamikaze, finalmente arrestado, sembró durante varios minutos el pánico en la ciudad sobre las cinco de la mañana del 1 de enero. Al parecer, el hombre intentó esquivar a la Policía Local que mantenía cerrada la calle Reyes Católicos por la celebración de la Nochevieja, tras lo que huyó a toda velocidad hacia el Realejo bajando en dirección contraria por San Matías, provocando un caos en plena ebullición de la fiesta de Año Nuevo. La vertiginosa carrera terminó entre Ganivet y la calle Moras, dos de las más frecuentadas de la noche granadina.
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