Corpus con récord de cierres, tres casetas clausuradas por ilegalidades

Es verdad que en 2007 la autoridad municipal tramitó la friolera de 41 expedientes para perseguir el exceso de ruido o las violaciones de la hora de cese de actividad, pero eso no se tradujo en que tuvieran que echar el cerrojo.

Así las cosas, el Corpus de 2023 ha batido un récord que demuestra que el Ayuntamiento no ha tolerado los desmanes. En este sentido, la Policía Local de Granada tuvo que desalojar y cerrar dos casetas la última noche de feria –la de este pasado sábado– por distintas infracciones que podían afectar a la seguridad, la salud y los bolsillos de la clientela. Ya el viernes día 10 junio se produjo la clausura de una de las carpas al detectar los técnicos de Protección Civil y las fuerzas de seguridad que había menores consumiendo alcohol y que se cobraba entrada.

A pesar de ello, la historia se repitió durante la madrugada de siguiente y por partida doble. En una de las casetas 'intervenidas' –de las conocidas como institucionales por ser promovidas por asociaciones o entidades públicas o privadas– había 690 personas, cuando el aforo estaba limitado a 400. Es decir, que la gente estaba amontonada de mala manera y en la entrada se había formado una larga cola que delataba lo que estaba ocurriendo dentro.

Además, había media docena de menores consumiendo alcohol. La Policía Local avisó a sus padres para que se hicieran cargo de ellos.

Para acabar de arreglarlo, los usuarios de la caseta en cuestión tenían que abonar 15 euros para entrar, un práctica ilegal. Los agentes de la guardia municipal, que contaron con el apoyo de la Policía Nacional, también confiscaron varias cachimbas.

Las fuentes oficiales consultadas por este periódico indicaron que en el interior del recinto había un fuerte olor a marihuana.

En la otra caseta que tuvo que se vio obligada a 'bajar la persiana' la última noche del Corpus también había un buen número de cachimbas y se exigía el pago de diez euros para entrar. Se da la circunstancia de que esta carpa ya estaba apercibida de cierre, pero el aviso no surtió efecto y volvió a las andadas.

En ninguno de los dos desalojos se produjeron incidentes de orden público.

En resumen, que el efímero poblado del Corpus de 2023 acabó con tres 'bajas', algo que no había ocurrido hasta ahora.

Hay precedentes, pero no tan abultados. En 2004, el Ayuntamiento clausuró una caseta por incumplir el horario de cierre y por desórdenes públicos.

En 2003, el Consistorio gobernado por el PP obligó a cerrar la caseta que había instalado el propio PP en el ferial. Fue por exceso de altura.