Rocío R. Gavira
Sábado, 2 de agosto 2014, 03:50
Hasta la semana pasada Trufa no había pisado la playa durante el verano. Es un culo inquieto de dos años de edad, con mucha energía, sociable -saluda a todo ser viviente- y adora jugar, jugar y jugar. En los 8.000 kilómetros de litoral español, solo existen 22 playas que admitan legalmente la presencia de perros, seis más que en el verano de 2013. Y nada más que cuatro se encuentran en Andalucía. Por lo que con su vitalidad llevarla a cualquier playa, no perruna, supone arriesgarme a que termine molestando al vecino de sombrilla. Por no hablar de hasta los 3.000 euros de sanción.
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