La balsa de Castell, que suministra al valle, está dejando de recibir el agua de riego.

Un conflicto entre comunidades deja sin riego los invernaderos de Castell

Los agricultores de Gualchos, Lújar y Rubite están angustiados, ya que 1.300 hectáreas agrícolas se han quedado sin agua en el momento clave de la siembra del pepino

Mercedes Navarrete

Lunes, 22 de septiembre 2014, 00:52

Desde hace más de 20 años, la comunidad de regantes de Carchuna-Motril se encarga de llevar el agua de riego a través de sus canales a la cuenca de Gualchos Castell, Lújar y Rubite. Pero las históricas buenas relaciones históricas de estas comunidades acaban de saltar por los aires por una cuestión económica y la comunidad de Motril ha dejado de prestar el servicio para que llegue el agua de riego hasta la Costa oriental, lo que está generando un problemón a miles de agricultores de Castell, Gualchos, Lújar y Rubite. Hay más de 1.300 hectáreas de invernaderos con el 'grifo' cerrado. Y además el problema ha estallado en el peor momento, en el de la siembra, lo que angustia a todos los agricultores que necesitan la resolución urgente de este conflicto.

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Aunque históricamente se ha utilizado para regar el agua sobrante de Motril, la administración concedió formalmente en 2013 un caudal de 209 litros por segundo de agua de riego a las comunidades de la Costa oriental. No obstante, los regantes de Castell deben seguir pagando los derechos de uso de las acequias a la comunidad de regantes de Motril-Carchuna y aquí es donde ha surgido el problema.

La comunidad de Castell entiende que se está abusando al pedirles a ellos «que se abonen cuotas antiguas que la administración le reclama a Motril». «Eso incrementaría 15 céntimos el metro cúbico para los regantes de esta zona y es un sobrecoste abusivo, aquí ya se paga el metro cúbico entre 40 y 70 céntimos y sería inviable. Nosotros ya tenemos un canon que nos ha puesto la Junta y queremos pagar a Motril por la gestión de este canal, pero no los gastos de su concesión», explica el presidente de la cooperativa El Grupo de Castell, Fulgencio Torres, que ayer ponía voz a unos agricultores que empiezan a desesperarse. Cree que es la Junta de Andalucía la que debe mediar y poner fin a un problema que está poniendo en jaque la agricultura de la Costa oriental.

Los alcaldes

También los alcaldes de las localidades afectadas estuvieron durante la tarde de ayer reunidos con los regantes tratando de buscar un acuerdo de manera urgente. Y es que, como advertían ayer desde la cooperativa El Grupo, si no reciben el caudal necesario para regar los agricultores pueden perder en unos días las plantaciones que acaban de sembrar. Igualmente, los que no han sembrado todavía ven comprometida toda la cosecha ya que, ante el riesgo de que la planta se seque en el invernadero, las mantienen en los semilleros a la espera de que se resuelva la problemática con el caudal del Guadalfeo. Y el pepino no espera. «Es el momento de la siembra. O la producción se planta ahora o se echa a perder. La siembra no se puede posponer porque el rendimiento de la planta es mucho menor», explica preocupado Torres.

Por su parte, el presidente de la Comunidad de Regantes de Motril, que también preside la Comunidad General de regantes del Bajo Guadalfeo, José Rodríguez, advierte que conducir el agua durante 30 kilómetros, para que llegue a la Costa oriental, tiene unos costes que tienen que asumir estos regantes de la cuenca de Castell. «Hay un convenio entre comunidades y lo están incumpliendo. La Junta les dio una dotación en precario y a partir de ahí se creen que el agua llega sola», comenta Rodríguez, que se muestra, no obstante, dispuesto a volver a sentarse a dialogar para resolver el conflicto.

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Daños

La Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias, Faeca-Granada ha mostrado su preocupación ante la problemática que denuncian los regantes de Gualchos-Castell de Ferro, Lújar y Rubite y advierte de la incertidumbre que está generando a las miles de familias que viven de los invernaderos.

«La preocupación es máxima en un momento en el que los agricultores deben afrontar las cuantiosas inversiones que requieren los preparativos de la siembra y recolección, las desinfecciones, cubiertas, abonado. El agua no está llegando al valle y los agricultores no pueden esperar», explica el director de Faeca Granada, Gustavo Ródenas.

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Faeca Granada ha trasladado su apoyo y solidaridad a la cooperativa El Grupo y a los agricultores afectados. De hecho, Ródenas señaló que a través de su gabinete técnico y jurídico, «la federación investigará los motivos que han llevado a la reducción del suministro de riego, comprometiéndose a elevar a las más altas instancias institucionales las causas de este conflicto y la demanda de su inmediata resolución». Además de exigir el cumplimiento de la legalidad vigente en materia de gestión de recursos hídricos, desde Faeca han pedido a los agricultores que empiecen a cuantificar los daños que ya se están produciendo «para exigir todas las responsabilidades económicas y legales derivadas de esta problemática».

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