Navidad tropical

La Costa Tropical ha sumado ya su primera semana de invierno, igual que el resto del país, aunque aquí no se haya notado especialmente. Mangas cortas, toallas y más de un par de gafas de sol han regresado estos días a la primera línea del litoral granadino en una imagen navideña que más se parece a las que habitualmente manan del hemisferio sur del planeta por estas fechas que a las retratadas a este lado del ecuador años anteriores.

Las temperaturas templadas, que ayer bien es cierto lo fueron algo menos con el viento de levante que removió la Costa, están haciendo que la temporada baja para restaurantes, bares, hoteles e incluso chiringuitos a pie de playa afincados en el sur de la provincia no lo sea tanto.

El tiempo anticiclónico, que se mantendrá al menos durante los próximos días, ha animado a muchos a recuperar la Costa como un lugar de ocio y disfrute también en invierno.

Ayer, pese a la presencia de nubes, la playa de La Herradura todavía sirvió a algún bañista, que no dudó en aprovechar los claros para disfrutar del agua. A mediodía, las terrazas de dos de los chiringuitos que permanecen abiertos a estas alturas del año estaban repletas de comensales y las brasas preparadas para asar espetos de sardinas no paraban de humear y abrir apetitos.

De momento, el parón navideño está siendo más benevolente de lo normal con el empresariado dedicado al turismo. El día 25, de hecho, fue muy bueno, con tanta clientela en muchos restaurantes por ejemplo de Motril que las reservas ocuparon hasta las terrazas a la hora de comer.

El sector mantiene la esperanza para culminar con éxito estas dos semanas festivas. Las reservas de última hora y los paquetes que incluyen varios días de descanso más la cena de gala y el cotillón de Nochevieja están moviendo el mercado, que aprovecha con ofertas para todo el fin de semana que el próximo 1 de enero cae en viernes.

El tiempo suave con el que está previsto que termine el mes pone la guinda a un buen año para la provincia en términos turísticos. El último puente de 2015, el de la Constitución, terminó con el 75% de las camas ocupadas, sin ir más lejos. El diciembre más cálido de los últimos 34 años se despide así a este lado de Granada sirviendo las uvas, casi, en vaso de mojito.