Javier García Martín
Miércoles, 30 de diciembre 2015, 00:15
A los vecinos de los anejos portuarios de Varadero y Santa Adela les tocó en verano la lotería de Navidad. No fue el gordo, por aquello de que no puede caer dos veces en el mismo sitio (los 14 millones del primer Urban ya beneficiaron esa zona, junto a Playa de Poniente), sino más bien un quinto premio de esos que sirven para tapar agujeros, ya sean los socavones de una pista deportiva o las grietas de algún centro vecinal. El millón de euros de remanente de aquel largo plan europeo para el desarrollo de ciudades de todo el continente que llegó a medio año de terminar 2015 ha servido para apuntalar el barrio con inversiones que, según el Ayuntamiento, responden a las necesidades planteadas directamente por los vecinos. El teniente de alcalde y edil de Urbanismo, Antonio Escámez (PA), recuerda que, con ese dinero en el bolsillo, el entonces recién llegado equipo de gobierno se plantó ante los residentes de los anejos para recorrer sus calles y sacar ideas para emplearlo bien. «Vimos a la gente realmente feliz cuando estrenamos la nueva mediateca», señala hoy a IDEAL.
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Sin embargo, a escasas horas de que den las uvas, el Ayuntamiento cruza los dedos para llegar al último segundo de 2015 con todas esas promesas ejecutadas y pagadas. La parte más importante de las inversiones parece resuelta, pero quedan algunos flecos que, por ejemplo, han servido a la oposición del PP para centrar el tiro contra la coalición que preside Flor Almón. Y es que, a partir del minuto uno del próximo año, Bruselas no aceptará ni una sola factura a cargo de este plan.
A turnos en la ZAL
Lo más urgente, según fuentes municipales, está hoy en los terrenos de la antigua fábrica de chocolate. Con cerca de un tercio del presupuesto, la actuación para urbanizar y mejorar los suelos colindantes a la nueva Zona de Actividades Logísticas (ZAL) va a marchas forzadas. Las obras comenzaron en diciembre y pretenden convertir un solar abandonado, «fuente de problemas de suciedad, seguridad y mantenimiento» para el Consistorio, en un gran bulevar verde. Con un gasto previsto de alrededor de 20.000 euros al día (teniendo en cuenta la partida principal), Urbanismo quiere mejorar «integralmente» el sitio para preparar su urbanización futura con medianeras, luces, plantas y asfalto. Incluso, un nuevo tramo de carril bici, como anunció la propia Almón.
Los operarios siguen desplegados en la zona, trabajando a turnos, y afanados en llegar a tiempo. Al mismo tiempo, las oficinas de Urbanismo son estos días de polvorones y turrón un trasiego de papeles facturas y firmas. El Ayuntamiento, pese a todo, se muestra confiado en que se cumplirán los plazos. De hecho, resalta que todos los contratos que han sido firmados para dar salida a este dinero recogen la fecha límite marcada por Europa, por lo que, si esta se traspasa, el incumplimiento vendría por parte de las promotoras, aunque nadie quiere ponerse en esa tesitura. «Colaborar con Urban -destaca Escámez- es un valor seguro para las compañías porque saben que no hay deudas y que tienen fecha de cobro».
La solución de los cursos
El resto del presupuesto está ya prácticamente amortizado. Las partidas que más han sacado provecho al dinero 'extra' que aterrizó en Motril como consecuencia de las remesas devueltas por otros municipios que no pudieron desarrollar sus planes son la remodelación de la pista polideportiva de Santa Adela (afectadas por el crecimiento bajo ellas de raíces), la regeneración de algunos puntos degradados de los anejos (la calle Tiburón, por ejemplo) o la ya mencionada mediateca. «Además de reformarla, la hemos dotado de ordenadores y mobiliario», indica Escámez, visiblemente orgulloso de esa iniciativa. «Es lo primero que nos dijeron que había que hacer en el barrio», insiste.
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También, se ha instalado un sistema de telegestión de riego y se han remodelado los jardines de la plaza Santa Adela. Del mismo modo, Escámez ha accedido a invertir en el Centro de Desarrollo Turístico (CDT), una gran obra impulsada por la anterior corporación popular de Luisa García Chamorro y que nunca ha sido del agrado del actual teniente de alcalde andalucista. La idea de Urbanismo ha sido ponerlo en funcionamiento para usarlo como espacio escénico, «dado que la explotación del centro aún no está clara».
Además, para evitar que se pueda acusar al bipartito de haber devuelto dinero a Bruselas, el Consistorio ha encontrado algunos huecos en los que el dinero del Urban es bien recibido. Por ejemplo, se han adquirido nuevos contenedores, aunque el desembolso más llamativo está viniendo de la formación, todo un gran aliado para liberar lastre. Talleres con 'collages' para los más pequeños, cursos de operador de carretilla o manipulador de alimentos, de nuevas tecnologías para mayores o seminarios de atención a la dependencia para especialistas: todo vale si da salida a un dinero europeo que, bien es cierto, también ampara este tipo de iniciativas, pero que en los últimas semanas se suceden con una periodicidad casi diaria y en colaboración con otras áreas municipales. Todo, para tomar las uvas en paz.
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