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Laura Gautier
Martes, 26 de julio 2016, 00:33
La Costa Tropical encaró la semana pasada el inicio de la temporada alta, una época que traerá consigo un incremento estimado de más de 200.000 habitantes en la zona y que llega a sus primeras vacaciones con sus dos autovías terminadas. Es por ello por lo que cada vez más turistas, sobre todo procedentes de la capital y otras ciudades unidas a estas autovías escogen las playas de la comarca para pasar un día de baños, gracias por ejemplo a los 35 minutos que separan la capital de Playa Granada o los 45 de La Herradura.
La llegada de estos turistas, animados por las vacaciones y las buenas comunicaciones coincidió la semana pasada con el desembarco de las máquinas de la dirección General de Costas, organismo dependiente del gobierno central encargado de realizar los arreglos pertinentes en las playas cada verano. Así, los visitantes se encontraron con unas obras que se iniciaron en Salobreña y que mantuvieron cerrada durante dos días Playa Granada en Motril para pasar luego a Carchuna y Velilla en Almuñécar. Los motivos aportados por el organismo para explicar por qué los turistas tuvieron que convivir estos días con las máquinas fueron de todo tipo: desde la ausencia de un Gobierno (central), hasta la falta de una partida librada para las playas. Todo ello para llevar a cabo unas obras que, por ejemplo la provincia de Málaga vivió a finales del mes de mayo, momento en el que ya se había actuado en 14 zonas.
Especialmente polémico fue el inicio de las obras, también llevadas a cabo por Costas a la altura de la urbanización Salomar en Salobreña, trabajos que se iniciaron el pasado 14 de julio con el objetivo de remodelar el paseo marítimo y que aún continúan, al igual que la indignación de sus vecinos, que no entienden por qué los planes de dicha administración incluye el derribo de un muro privado para 'ocupar' más de mil metros cuadrados que suman una pista de tenis y parte del césped de la piscina.
Y parece que las obras no quedan aquí. Las máquinas se encuentran ya en el litoral de Gualchos-Castell de Ferro desde donde su alcaldesa, Toñi Antequera, asegura permanecerán a lo largo de toda esta semana para reforzar y mejorar el espigón que protege el litoral de la localidad. En cualquier caso, Antequera espera que el ir y venir de las máquinas no afecte demasiado la jornada de sol de los bañistas, que igualmente tendrán que seguir conviviendo con los trabajos durante los próximos días en la Costa.
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