Laura Gautier
Viernes, 17 de febrero 2017, 16:23
Villa Astrida se erige en Playa Granada como un testimonio vivo de lo que significó Motril para la reina Fabiola de Bélgica y Balduino I. En esta finca de 26.000 metros a orillas del mar pasaron los monarcas más de 30 calidos veranos, después de que se instalaran en unos terrenos al parecer cedidos por la familia Agrela, propietaria de la azucarera Nuestra Señora del Rosario, que estaba lejanamente emparentada con Fabiola. Tras su muerte, la propiedad pasó a manos de la fundación compuesta por algunos de sus familiares que, ahora, buscan una salida para Villa Estrida que podría ir en la dirección turística. Según avazó el Ayuntamiento de Motril, la fundación se encuentra ahora en negociaciones tanto con el propio Consistorio, como con cadenas hoteleras de lujo para ver la posibilidad de convertir Villa Astrida en un hotel que, en caso de convertirse en una realidad, significaría en todo un revulsivo para el turismo de la Costa.
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Según avanzó el Consistorio de la localidad, el hotel contaría con dos plantas y alrededor de 120 habitaciones para disfrutar de la que fue la casa de verano de los monarcas y a la que también acudían con asiduidad los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía.
Ambos se desplazaron a Motril cuando el rey Balduino I falleció en la finca motrileña en el año 1993 a consecuencia de una dolencia cardíaca. Ambos acudieron a la localidad costera para acompañar a la reina Fabiola y despedir el cadáver de Balduino en el aeropuerto de Granada con honores de jefe de Estado.
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