Los afectados por el movimiento de la falla en Almuñécar: «Los cortijos llevaban en la familia 200 años y en un día la tierra los ha tirado»

El movimiento de una falla ha tirado en cuestión de días varios cortijos en el pago del Rescate, al nordeste de Almuñécar. El suceso deja a los afectados «con una mano detrás y otro delante». Desde el viernes pasado hasta ahora han sido testigos de cómo la tierra les arrebataba su herencia. Las viviendas llevan en propiedad de la familia Morales desde hace más de 200 años. Desde que el abuelo del clan familiar adquiriera las parcelas, han pasado de generación en generación. «Era un lugar para escaparnos. Se les conocen como los cortijos de las monjas porque en 1885 estaban en manos de unas religiosas. Más tarde lo compró mi abuelo y ha pasado de generación en generación. Nos gustaba subir los fines de semana a descansar«, explica Carmen Morales, vecina de 59 años.

La mujer, aún muy afligida, narra que el viernes Santo empezaron a observar pequeñas grietas y que en cuestión de unos días han visto como la tierra se abría y tiraba su casa y la de sus hermanos. «Primero se cayó la mía y más tarde la de mi hermano. Reformé completamente el cortijo hace 12 años y no sé qué vamos a hacer», manifiesta. «Mi hermano lo reformó hace poco por dentro y conservó la fachada. Nadie nos aseguraba los cortijos y no tenemos póliza», lamenta. «Pedimos ayuda. Mis hijos están estudiando, mi marido jubilado y no nos llega para pagar un abogado», añade. La familia Morales acudió al Ayuntamiento, que de momento ha precintado los accesos. Eran los únicos vecinos con residencia en el paraje.

La falla ha dejado a la vista las raíces de los árboles y arruinado los sistemas de riego de las fincas. «Nunca había visto nada igual. Cada vez la grieta es más grande y llega hasta la carretara. Entre la naturaleza y la crisis sanitaria... vaya ruina», concluye.