Las Urgencias del centro de salud de Almuñécar permanecieron cerradas hasta alrededor de las cinco de la tarde. Javier Martín

Almuñécar se blinda para frenar el Covid-19

El Ayuntamiento sexitano reacciona ante los primeros casos de coronavirus y le siguen el resto de municipios de la Costa con cierres de espacios públicos y suspensión de eventos

R. Alcántara y p. garcía-trevijano

Almuñécar

Viernes, 13 de marzo 2020, 01:48

Almuñécar amaneció ayer con un gran sobresalto. La noticia corrió como la pólvora en pocos minutos. Varios sanitarios del centro de salud del municipio habían dado positivo por coronavirus. Eran los primeros contagiados en Granada, que hasta entonces se había mantenido 'fuerte' y era ... la única provincia andaluza sin casos positivos. A partir de ese momento, el ambulatorio quedaba clausurado y comenzaban a tomarse medidas por parte de las administraciones. En la puerta del centro de salud había un cartel colgado en el que se avisaba de que permanecería cerrado hasta las tres de la tarde (aunque la reapertura se retrasó finalmente). Ninguna explicación sobre el motivo, más allá de que se estaban limpiando las instalaciones. Y eso se estaba haciendo, desinfectando el espacio para poder poner en funcionamiento al menos una parte, con la mayor brevedad posible.

Publicidad

Solo información veraz

En las inmediaciones del centro reinaba la tranquilidad. Los usuarios que acudían como cualquier otro día se encontraban con la sorpresa de la puerta cerrada. Muchos aún no sabían la noticia y se mostraban sorprendidos. En los colegios cercanos, eso sí, algunos padres optaban por llevarse a sus hijos a casa.

Mientras tanto, en el Ayuntamiento todo eran idas y venidas, reuniones y llamadas telefónicas para coordinar las medidas a tomar. A las diez de la mañana, y tras haber mantenido un encuentro con la corporación, la alcaldesa, Trinidad Herrera, esperaba la llegada de varios responsables de Sanidad de la Junta para tener más datos.

Herrera ya sabía que había al menos cuatro contagiados y emitía un bando en el que se decretaba el cierre de instalaciones deportivas y centros culturales, los mercadillos, la oficina de Turismo y los museos y suspendía todas las actividades que supusieran la concentración de personas. Era la primera reacción inmediata.

Después, tras un encuentro con los responsables de Sanidad, convocaba a la junta de portavoces para informar de la situación y convocaba a los medios para dar cuenta de lo ocurrido.

La primera edil hacía un llamamiento a la calma y la responsabilidad, pero sin ocultar la preocupación por los hechos. Advertía, además, de que todo apuntaba a que a lo largo de los próximos días habría más positivos. El siguiente paso era decidir qué hacer con el Ayuntamiento. El comité de prevención y salud del consistorio era el encargado de tomar la decisión y pedía a los vecinos que usen vías no presenciales para la realización de cualquier trámite. Herrera afirmaba además que se planteaba la opción del teletrabajo para aquellos empleados que fuesen población frágil ante el virus.

Publicidad

Toma la comarca

Las reacciones no tardaron en extenderse a otros puntos de la comarca. Unas horas más tarde, el Ayuntamiento de Salobreña emitía un comunicado en el que anunciaba la clausura de instalaciones deportivas, espacios sociales, museos o la oficina de Turismo, entre otros centros municipales. A pesar de que no se había detectado ningún caso de contagio, la alcaldesa del municipio, María Eugenia Rufino, apuntaba que habían preferido actuar antes de que la situación fuese más complicada.

La misma línea se siguió en Motril, donde la alcaldesa, Luisa García Chamorro, comparecía para anunciar la batería de medidas, que también hacían referencia al cierre de la mayoría de los edificios públicos para evitar contagios. La cadena de suspensiones no cesó. La actuación de Farruquito en Albuñol se aplazaba. La agrupación de cofradías de Motril cancelaba todos sus actos de Cuaresma. Y así, en cascada.

Publicidad

Mientras tanto, las Urgencias de Almuñécar reabrían alrededor de las cinco de la tarde, con personal sanitario llegado desde Motril y la Alpujarra para sustituir a los que habitualmente prestan sus servicios y que al haber estado en contacto con los contagiados quedaban en cuarentena.

La jornada terminaba con incertidumbre e inquietud en la Costa. La misma que recorría ayer todo el país, a la espera de saber cuáles serán las consecuencias de esta crisis sanitaria que dejaba en suspenso la rutina.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad